Blancpain L-Evolution

La colección L-Evolution ha sido concebida para los amantes de la extravagancia y de los relojes fabricados en materiales suntuosos capaces de armonizar deportividad y complicaciones relojeras en una sola pieza. Esta manufactura suiza ofrece correas de Alcántara o piel de aligátor. Además, para permitir la máxima flexibilidad, Blancpain ha desarrollado cajas especialmente modulares que permiten combinar varios materiales tales como la fibra de carbono y el oro blanco o rosa. Asimismo, los L-Evolution están equipados con un fondo de cristal de zafiro que deja vislumbrar el interior del reloj. Si le echamos un vistazo de cerca, es posible observar como Blancpain presenta algunos modelos con un conjunto de ruedas que adoptan un estilo único, haciendo alusión a las ruedas de un Lamborghini, y que es el resultado de la estrecha colaboración entre dos grandes casas: Blancpain y Lamborghini. Desde el año 2013, la casa relojera suiza cuenta con su propio equipo para las competiciones GT, en las que su presidente y consejero delegado, Marc A. Hayek, se sienta al volante de un coche de carreras para participar en numerosos premios.

Varios modelos de esta colección están equipados con una asombrosa reserva de marcha de 192 horas u 8 días. Sin embargo, las características más admirables y destacables se esconden en el calibre 2322V2 que alberga dos de las principales complicaciones relojeras de un movimiento: el carrusel y el Tourbillon. Una alianza de extraordinaria complejidad sin precedentes en la historia de la relojería. Ambas complicaciones han sido creadas para alcanzar la máxima precisión montadas con una simetría única que parece flotar sobre la esfera. Por un lado, el Tourbillon está formado por una jaula giratoria en la que se encuentra la rueda de escape, así como el conjunto de volante y espiral. Esta jaula realiza un giro completo cada minuto sobre la rueda de los segundos que se encuentra fija en la platina. Dicha rotación compensa y corrige la desviación de marcha provocada por la posición vertical del reloj. Por su parte, el carrusel gira sobre una rueda suplementaria y no sobre la rueda de los segundos como ocurre en el Tourbillon. Este mecanismo no es tan delicado y ofrece más robustez que el primero.

Como hemos mencionado anteriormente, la colección L-Evolution se caracteriza por ofrecer diseños deportivos y vanguardistas. Estos relojes son especialmente robustos y sus esferas no pasan desapercibidas. Además, presume de presentar piezas de eminencia mundial como por ejemplo el «Carrousel Saphir Volant Une Minute»: una extraordinaria pieza de joyería de excepcional complejidad técnica que alberga un carrusel como mecanismo de regulación desarrollado por el danés Bahne Bonniksen en el año 1892. En los modelos con Tourbillon, los maestros relojeros alojan el indicador de reserva de marcha directamente sobre la masa oscilante, una construcción que se considera especialmente innovadora y vanguardista en la escena relojera.

La casa Blancpain también ofrece colecciones más clásicas como la Villeret, con la que exhibe la verdadera tradición relojera suiza con complicaciones tales como el calendario perpetuo o el indicador de fase lunar. Los modelos de la colección Léman fusionan extraordinariamente una estética clásica con elementos modernos. Mientras que la colección Le Brassus presenta complicaciones relojeras excepcionales; entre ellos, el cronógrafo flyback rattrapante que, además de la fecha, también indica las fases lunares e incluye un calendario perpetuo —¡una pieza que lo tiene todo!—. Por último, no queremos acabar estas líneas sin mencionar el modelo más legendario de la casa Blancpain: el Fifty Fathoms. Presentado a principios de los años cincuenta, este icónico reloj fue desarrollado para la marina francesa y actualmente es el diver de referencia para los submarinistas profesionales y los amantes de las profundidades.