Longines La Grande Classique

Atemporal y sobria, estas son las principales características de la colección La Grande Classique de Longines, una de las marcas de relojería de lujo más prestigiosas de la industria. La mayoría de los modelos basan su diseño en lo más esencial: dos agujas para indicar la hora. Algunas versiones cuentan con un segundero y un indicador de la fecha pero, en general, son una excepción. Además, esta colección también ofrece algunos relojes con una caja tonneau, aunque la mayoría luce una caja redonda y plana fabricada en acero inoxidable.

Una característica única y distintiva de La Grande Classique es el tipo de sujeción de la pulsera. En lugar de cuatro asas fijadas a las caja, hay dos "barras" sujetas de forma horizontal a la redondeada caja. Los primeros modelos de la colección están provistos de asas estándar, sin embargo, los relojes de la colección actual han adoptado esta solución exclusiva.

En esta serie, Longines aloja principalmente movimientos de cuarzo. Los relojes más pequeños laten al ritmo del calibre L209 y las versiones más grandes albergan el L420. Ambas versiones basan su construcción en movimientos de la casa ETA SA Manufacture Horlogère Suisse. Al igual que Longines, ETA pertenece al Grupo Swatch y suministra movimientos a innumerables y prestigiosas casa relojeras.

El movimiento mecánico alojado en algunos Grande Classique también proviene originalmente de ETA. El A20.L01 sirve como base para dar vida al movimiento L591 de Longines que oscila a 28.800 alternancias por hora y ofrece una reserva de marcha de 40 horas.

Si está buscando un reloj de vestir asequible de una prestigiosa marca suiza, le recomendamos que eche un vistazo a los relojes de la colección La Grande Classique. El diseño elegante y tradicional de estos modelos aloja calibres de cuarzo que ofrecen una excelente relación calidad precio. De hecho, los modelos básicos sin estrenar se encuentran en el rango de precio de los 500 euros.

Algunas versiones de los Grande Classique se dirigen tanto a las damas como a los caballeros. La versión con la referencia L4.755.4.71.2 presenta una caja de 36 mm, es decir, un diámetro unisex que no resulta sobredimensionado. Además, está dotado de una esfera flinqué de color gris y números romanos que resaltan el carácter conservador, aloja el movimiento de cuarzo L420 e incluye una correa de piel de aligátor de color negro. El precio de este reloj de acero inoxidable es de 800 euros. Si desea un reloj revestido de PVC con un efecto de oro rojo, le recomendamos que no pierda de vista la referencia L4.755.1.91.2.

Una alternativa con un estilo más moderno, se encuentra en el Grande Classique L4.908.4.72.2, un reloj con una esfera de color plata que aplica índices delgados en forma de palotes. Destaca sobre las otras versiones con su movimiento automático, está provisto de una caja unisex de acero y ofrece un diámetro de 36 mm. Debido a su calibre mecánico, el precio de este modelo es un poco más elevado. Un ejemplar sin estrenar cuesta cerca de 1100 euros.

Los Longines La Grande Classique más caros son modelos femeninos cuyos biseles e índices engastan diamantes. Hasta 100 de estas piedras preciosas embellecen el bisel y 12 de estos sirven como marcadores de hora. Longines ofrece diferentes variantes con esferas en los colores negro, azul oscuro o nácar. Las versiones de acero inoxidable cuestan alrededor de 4000 euros. Aunque en el mercado también es posible encontrar variantes de oro amarillo de 18 quilates con un brazalete fabricado en el mismo material precioso. El precio de los modelos que incluyen un bisel adornado de diamantes (referencia L4.691.7.11.6) asciende a los 10.000 euros.

Los Longines La Grande Classique ofrecen un grado de resistencia al agua de 30 m (3 bar), un valor suficiente para utilizar el reloj a diario. Pero si desea practicar actividades deportivas como la natación, es mejor que no lleve el ejemplar ceñido a la muñeca. La esfera está protegida con un cristal de zafiro , un material resistente a los arañazos.

Longines, junto a Tissot, es una de las casas relojeras suizas más lucrativas en lo que se refiere al número de unidades fabricadas. Los relojes de cuarzo representan una gran parte de la producción. La empresa cuenta con una larga tradición: fundada en el año 1832, es una de las marcas registradas más antiguas aún activa en el mercado.