Ulrich Kriescher es un maestro relojero de tercera generación y, como tal, asesora continuamente a clientes en cuestiones de mantenimiento, tanto en su taller de relojería en Würselen cerca de Aquisgrán como en televisión. En el programa de la cadena de televisión alemana ZDF «Kaputt und zugenäht» ha reparado numerosas piezas extraordinarias. Ahora responde preguntas que están a la orden del día entre la comunidad de Chrono24.
Chrono24: Qué opina como relojero, ¿existe una diferencia cualitativa directamente visible entre un movimiento de manufactura propia y un calibre ETA?
Kriescher: A primera vista, no existe mucha diferencia. Para la mayoría de los clientes, los movimientos ETA tienen el mismo aspecto que la mayoría de los calibres de manufactura propia. Tomemos, por ejemplo, un calibre Rolex 3035 o 3135. Además del hecho de que los movimientos están sellados y no son visibles a través del fondo de la caja, estos no presentan un acabado fino o una ornamentación que proporcione una distinción inmediata. Los calibres ETA también están a la par con la mayoría de los movimientos de manufactura por lo que respecta a la escala de tiempo. Los ETA son muy sofisticados y están considerados por los relojeros como unos de los movimientos más robustos. Además, estos movimientos son agradables y fáciles de ajustar. También soy fan de los movimientos ETA por otra razón: sin ellos, las personas que se empiezan a introducir en el mundo de los relojes no tendrían la oportunidad de conseguir un reloj mecánico por menos de 1000 € o incluso menos de 500 €.
Chrono24: ¿Cuál fue la razón (principal) por la que eligió formarse como relojero?
Kriescher: Vengo de una familia de relojeros. Por el momento, en tres generaciones, han salido de nuestra familia seis maestros relojeros. Cuando solo tenía 3 años ya se me podía ver tumbado bajo el banco de trabajo de mi abuelo jugando con las piezas de un despertador. La mecánica en general siempre me ha fascinado en todas sus facetas y sigue haciéndolo. Si no me hubiera convertido en relojero, podría haber acabado perfectamente haciendo la carrera de mecánico industrial. En cualquier caso, hoy seguiría teniendo algo que ver con los engranajes.
Chrono 24: ¿Cuál es el componente de un reloj que, en su opinión, más define su carácter?
Kriescher: En mi opinión dos son los componentes que más definen el carácter de los relojes. En primer lugar, el órgano regulador, que es simplemente el corazón del reloj. Este componente es también muy sensible. Si algo no funciona bien aquí, las consecuencias en el conjunto pueden ser fatales. Al igual que un cardiocirujano, trabajar en este componente es siempre un reto y algo estimulante. En segundo lugar, creo que son las agujas las que también juegan un papel determinante en los relojes, simplemente porque se trata del componente más importante para el cliente. Un buen ajuste de las agujas es lo que hará que se pueda consultar la hora de manera precisa, la función principal del reloj.
Chrono24: Si tuviera que elegir su movimiento «favorito», ¿cuál sería?
Kriescher: Mi movimiento favorito es claramente el calibre 3135 de Rolex. Mi experiencia me dice que no existe un movimiento entre los relojes de uso cotidiano que sea tan bueno y que presente un diseño tan avanzado. Incluso los movimientos ETA «estándar» no presentan un montaje tan sencillo como este. Además, el calibre 3135 se adapta a las dimensiones del reloj, los bordes se ajustan perfectamente y apenas presenta contrariedades en las pruebas internas: el desarrollo es simple y eficiente. La manufactura interna, por tanto, es impresionante. Por supuesto, hay movimientos como los de Patek Philippe que parecen más atractivos y que son más sofisticados, pero en este caso lo estoy valorando desde la perspectiva del trabajo de un relojero.
Chrono24: Además de «la hora» y «la fecha», ¿cuál es su función o complicación favorita?
Kriescher: Claramente mi función favorita es «solo» aquella relacionada con los minutos, las horas y los segundos. Esto quiere decir, por tanto, que puedo obviar la fecha y el cronógrafo. Me representan mucho las palabras de Sir George Daniels, el inventor del escape Co-Axial: «¡La labor del relojero es la precisión y nada más! Cada función extra significa despojar al movimiento de su importancia y esto sucede siempre a expensas de la precisión. Por tanto, es este tipo de parecer el que me representa por encima de todo.
Chrono24: ¿Con qué regularidad llevaría un reloj al relojero para una revisión?
Kriescher: Mi opinión sobre esto es clara: un reloj de pulsera debe ser revisado cada cinco o siete años. Después de este tiempo, las condiciones del aceite en el reloj ya no son las correctas. Sin aceites/lubricación se produce demasiada fricción en los componentes. Y el rozamiento siempre supone un desgaste. Con esto no quiero decir que el reloj no vaya a funcionar perfectamente después de cinco o siete años ni que sin revisión vayas a notar cosas raras, pero la realidad es que la precisión disminuye con el tiempo —especialmente en un reloj con muchas funciones—, lo que si no se actúa a tiempo puede tener un final desagradable. Es como un coche, puedes llegar a hacer 150 000 km sin cambiar el aceite. ¿Pero qué pasa con la caja de cambios? ¿Vale la pena arriesgarse y acabar generando un daño mayor, posiblemente irreparable, a largo plazo? Si compra un reloj de lujo, debe tratarlo como tal.
Chrono24: ¿Qué futuro cree que le depara a la industria relojera? ¿Y cuál cree que será la próxima «innovación»?
Kriescher: Si analizamos la situación de forma realista, el sector de la relojería está prácticamente muerto. Actualmente hay muy pocos relojeros formándose. Creo que es una pena. En los últimos años son pocas las señales positivas que he visto al respecto. Sin embargo, no quiero pintar un panorama demasiado malo de la actualidad porque en realidad el reloj mecánico ya es un anacronismo por sí mismo. Si lo analizamos de manera objetiva se podría decir que los relojes de cuarzo y los relojes inteligentes ya han superado a los mecánicos en térmicos técnicos, hecho que no quita que la popularidad de estos últimos sea inquebrantable. Así que supongo que es un poco relativo hablar en términos de «innovaciones». No obstante, en mi opinión, la espiral de silicio es, sin duda, una verdadera solución y un claro progreso. Parece resolver uno de los principales problemas, la susceptibilidad al magnetismo. La cuestión aún no resuelta para mí es la de la resistencia al agua. Por supuesto, hay relojes de buceo que tienen una cierta resistencia al agua, pero como relojero, aún sé que estas funciones suelen estar limitadas por influencias como el calor, la presión y los golpes que hayan sufrido los relojes anteriormente. En mi taller, son no pocas las veces que trato los daños causados por el agua en relojes que son realmente resistentes al agua.
Chrono24: ¿Cómo pueden los usuarios cuidar su reloj ellos mismos?
Kriescher: En mi opinión, la limpieza adecuada debe estar en manos de profesionales. Lo mejor es no tocarlos y llevar el reloj a un relojero una vez al año. Estos se encargarán de limpiar de manera profesional la caja y el movimiento. Por supuesto, se puede limpiar la suciedad de la pulsera con agua. Pero si se trata, por ejemplo, del «interior» del brazalete metálico, los manguitos, un principiante en la materia posiblemente más que limpiarlo puede acabar rompiéndolo. Los jabones son totalmente inadecuados para limpiar los relojes. Estos contienen suavizantes, que pueden traspasar la junta de estanqueidad del reloj y dañarlo gravemente. Por lo tanto, incluso para ducharme prefiero quitarme el reloj.
Chrono24: Desde su punto de vista como relojero, ¿es imprescindible una caja giratoria para relojes?
Kriescher: En mi opinión, una caja giratoria para relojes solo es necesaria para el calendario perpetuo. Una vez que se ha configurado la caja, debería funcionar siempre, al menos hasta la siguiente revisión técnica. Si un cliente la ajusta él mismo, podría incluso romper el movimiento. Para el resto de los relojes, la caja giratoria es simplemente un extra que no es necesario.
Chrono24: ¿Cuál fue el primer movimiento que realmente le entusiasmó y por qué?
Kriescher: Sin ninguna duda fue el movimiento del reloj despertador que desmonté y volví a montar cuando todavía estaba aprendiendo el oficio. Fue la primera vez que vi la mecánica y la potencia que se necesita para un reloj. Por primera vez entendí cómo funcionaba todo.
Chrono24: ¿Cuál es el error más común que cometen los propietarios de relojes según su experiencia?
Kriescher: Creo que sobre todo entender y tratar con los relojes que son resistentes al agua. Como uno de los pocos expertos (relojeros) reconocidos para casos judiciales en Alemania que soy, tengo que lidiar con este problema muy a menudo. La función de la resistencia al agua apareció hace 50 o 60 años en la industria relojera y desde entonces se ha publicitado mucho esta función. Esto puede generar una falsa impresión en el cliente: resistencia al agua = resistencia al agua de por vida. Sin embargo, esto es simplemente una característica garantizada en el momento de la venta. En pocas palabras: si el cliente golpea su reloj contra la puerta de la tienda al salir de ella, la resistencia al agua puede verse afectada negativamente por cambios o defectos en el movimiento, el bisel o el fondo de la caja, etc. Por lo tanto, esta idea debe ponerse en cuestión, ya que no existe un reloj con una resistencia al agua perfecta en cualquier contexto y a lo largo del tiempo. Por supuesto, las marcas son reacias a señalar esto. Sin embargo, como relojero, me enfrento a menudo a las molestias de los clientes y creo que, en este tema, desearía un poco más de moderación y comprensión.
