En esta serie trataremos sobre relojes que han causado un gran impacto en la industria relojera y se han convertido en iconos de la moda. Hoy echaremos un vistazo al Rolex Submariner y el Junghans Max Bill. El Submariner se considera el reloj deportivo de lujo más famoso que existe y sentó un precedente para el diseño de los relojes deportivos, mientras que el Max Bill es una declaración de estilo inspirada en el movimiento de la Bauhaus que llegó a definir la funcionalidad clásica y la simpleza en el diseño.
Rolex Submariner
Comencemos por el que es, probablemente, el reloj de lujo más popular que existe. Desde su aparición en 1954, el Submariner ha dictado el carácter de los relojes deportivos modernos. A lo largo del tiempo, el Rolex Submariner se ha convertido en un auténtico clásico que se adapta tanto a contextos casuales como a ocasiones formales. El Rolex Submariner es, sencillamente, una declaración de lujo.
Como en el caso de muchos relojes clásicos, todo comenzó con una cuestión práctica. A principios de los años 50, el director de Rolex, Rene P. Jeanneret, buceador aficionado, retó a la compañía a desarrollar un reloj de buceo que también ofreciera un aspecto elegante para el día a día. La empresa presentó su respuesta en 1953. El Rolex Submariner se caracteriza por combinar un diseño contemporáneo con metales preciosos y elementos prácticos para submarinistas.
El Submariner se ciñe cómodamente a la muñeca gracias a su caja redonda de acero inoxidable y al icónico brazalete Oyster. La esfera y el bisel negros crean un hermoso contraste con los elementos más claros del reloj. Su aspecto también se define por un engarce luminoso en el bisel y los distintivos índices de la esfera: un triángulo a las 12 en punto, barras a las 3, 6 y 9, y grandes puntos para las demás horas. Un par de agujas tipo Mercedes completan el diseño. Lo fascinante de todo esto es que, por sí solos, ninguno de estos elementos es particularmente revolucionario. Juntos, sin embargo, crean el reloj deportivo más icónico de todos los tiempos.
Una gran parte del prolongado éxito del Submariner se debe al hecho de que Rolex ha permanecido fiel al diseño original durante 65 años. Cualquier generación se reconoce al momento como un Rolex Submariner. Es el reloj deportivo por antonomasia, y cuesta imaginar este tipo de relojes con algún otro aspecto. Nada se puede comparar con un diseño que ha llegado a definir toda una rama de la industria.
Junghans Max Bill
El Junghans Max Bill no podría ser más diferente que el Submariner, pero cuenta con su propia y extraordinaria historia, y ofrece un diseño limpio y abierto. Junghans es una manufactura relojera de fama mundial. Su historia se remonta a 1861, cuando se fundó como una fábrica de componentes de relojes en la ciudad alemana de Schramberg. Cinco años después, la compañía decidió empezar a producir sus propios relojes. A finales de los 50, Junghans se asoció con Max Bill, un arquitecto, artista y diseñador gráfico, industrial y tipográfico suizo. Juntos diseñaron varios relojes de pared y de pulsera.
De 1927 a 1929, Max Bill estudió en la prestigiosa Bauhaus de Dessau, una escuela alemana de arte y diseño. Con lo aprendido allí, Bill desarrolló su propio estilo. El movimiento Bauhaus se centraba en el uso de líneas limpias, formas simples y diferentes materiales para crear objetos funcionales. Contrastaba fuertemente con el extravagante estilo de los movimientos Art Nouveau y Art Déco de finales del siglo XIX a la década de 1930. Los primeros diseños de Max Bill empleados por Junghans eran una serie de relojes de pared muy reconocibles, caracterizados por su diseño simple y técnico. Tras su éxito, les siguieron varios relojes de pulsera en 1961.
Los relojes de muñeca de Bill combinaban sus ideas sobre el diseño y su habilidad por crear tipografías bellas pero funcionales. Su apariencia minimalista, geometría simple y letras únicas son típicas de un diseño de la Bauhaus. La esfera presenta unos números pequeños y elegantes; los indicadores de la hora son finos, y los puntos luminosos a las 3, 6, 9 y 12 en punto apenas llaman la atención. Unas delgadas agujas completan el aspecto limpio de este modelo. A pesar de su simpleza, este reloj está lleno de carácter y se ha convertido en un favorito entre los aficionados.
En 2010, Junghans decidió reintroducir una línea de relojes Junghans Max Bill al ver lo relevante que seguía siendo esta clásica pieza. Junghans preservó el diseño original de Bill en la medida de lo posible. El reloj resultante se mantiene fiel a su emblemático predecesor y apenas parece haber cambiado.
El Rolex Submariner y el Junghans Max Bill son tan solo dos ejemplos de toda una plétora de relojes icónicos; ambos muestran lo diverso que es el mundo de la relojería. Ahora queda en su mano definir su propio estilo.
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