Con los años, Tudor se ha convertido en una marca de prestigio. Lo que comenzó como una puerta de entrada asequible a la familia de relojes Rolex se ha convertido en algo más: una marca con identidad propia y seguidores entregados. Tudor es conocida como una marca «accesible» y ofrece algo para casi todo el mundo, desde modelos Submariner vintage de colección hasta joyas ocultas como el Advisor y fantásticos relojes de uso diario como el Black Bay y el Pelagos. Si observamos la evolución de sus modelos a lo largo de los años, surge un tema recurrente: una marca humilde que crea modelos construidos con un propósito que priorizan la fiabilidad sobre el lujo, y eso nos gusta.
1952: Oyster Prince
El Oyster Prince es el primer reloj automático y el primer reloj sumergible de la compañía. Los anuncios se centraban en la fiabilidad de estos relojes, y la marca llegó a enviar 26 ejemplares al Ártico como parte de la Expedición Británica a Groenlandia del Norte. Los fans de Mad Men también podrán ver a Roger Sterling luciendo un Oyster Prince con esfera «tuxedo» (esmoquin en inglés).
1954: Submariner
El más coleccionable de todos los Tudor vintage es el Submariner. El reloj tuvo una producción de casi 50 años y fue célebremente utilizado por la Marina estadounidense y la Marine Nationale francesa a partir de 1956. Los mejores ejemplares pueden llegar a venderse por más de 50 000 €, siendo la procedencia y el estado de conservación los factores que más valor añaden.
1957: Advisor
Solo se fabricaron unos pocos miles de los relojes Tudor Advisor originales, y la caja tipo Oyster se modificó para optimizar las vibraciones de la función de alarma. En 2011, el modelo se relanzó como la referencia 79620T con una caja más grande de 42 mm y, para bien o para mal, una disposición de la esfera rediseñada.
Años 60: Ranger
El Ranger es la respuesta de Tudor al Rolex Explorer, ya que ambos comparten diseños de caja sencillos y distribuciones de esfera similares. El reloj estuvo disponible en la década de 1960, pero no apareció en los catálogos de Tudor hasta 1969. Se trata de un diseño clásico de reloj de campo en una caja compacta de 34 mm, con la personalidad que le aporta su característica aguja horaria.
1969: Oyster Prince Date+Day
Recuerde que no es un Day-Date; es un Day+Date. La versión de Tudor es ligeramente más grande, con 37.5 mm, en comparación con el clásico Rolex de 36 mm, y al más puro estilo Tudor, es un poco más discreto, con un bisel liso y brazalete oyster.
1971: Oysterdate «Monte Carlo»
El cronógrafo Oysterdate «Monte Carlo» sigue siendo uno de los diseños más aventureros y coleccionables de la historia de Tudor. Los entusiastas se sienten especialmente atraídos por los ejemplares con marcadores horarios estilo «home plate», que recuerda a las bases pentagonales del béisbol. El reloj fue revivido posteriormente como Heritage Chrono, ofreciendo una forma más accesible de poseer este llamativo diseño.
1976: Prince Oysterdate «Big Block»
Impulsado por el Valjoux 7750, el «Big Block» debe su apodo a la caja más gruesa de lo normal, necesaria para alojar el movimiento automático de cronógrafo. Estos fueron los primeros cronógrafos automáticos de Tudor y los primeros relojes con mecanismo de ajuste rápido de la fecha. Hoy en día, las versiones con «exotic dial» (esfera exótica) del 9430/0 son bastante coleccionables.
2012: Pelagos
El Tudor Pelagos es un reloj de buzo resistente y capaz que muchos consideran el reloj herramienta por excelencia de la marca. La impresionante resistencia al agua de 500 m se ve equilibrada por su caja y brazalete de titanio notablemente ligeros. Los marcadores horarios cuadrados, cortados en el reborde, hacen eco de la emblemática aguja horaria tipo «copo de nieve» o «snowflake» en inglés, creando un diseño convincente para un reloj decididamente funcional.
2012: Black Bay
La familia de modelos más famosa del catálogo Tudor es la serie Black Bay, que ahora incluye relojes de buceo, cronógrafos y relojes que solo muestran la hora. Disponible en una amplia gama de tamaños, estilos y colores, la Black Bay se ha convertido en un popular reloj para el día a día y representa una de las mejores relaciones calidad-precio de la industria.
2015: North Flag
Quizás el diseño más divisivo de Tudor, el North Flag presenta el primer movimiento propio de la marca y el primer fondo transparente. La esfera recuerda a la del Ranger, pero con un toque añadido gracias a los acentos amarillos. El reloj está disponible con correa o brazalete integrado.