Patek Philippe y Audemars Piguet son dos de los nombres más importantes en el arte de la relojería, y lo han sido durante muchas décadas. Ambas tienen una tradición impresionante, siguen siendo propiedad de una familia y están preparadas para los retos del presente y del futuro. Pero, ¿cuáles son las diferencias entre estas dos marcas? ¿Cuáles son sus puntos fuertes y débiles? ¿Quién gana en saber hacer artesanal, tecnología y estética? ¡Qué empiece el combate!: Patek Philippe vs Audemars Piguet.
Calidad y artesanía
No cabe duda de que ambas marcas destacan en los ámbitos de la calidad y la artesanía. Después de todo, este es precisamente el ámbito en el que se hicieron famosas. Esto queda especialmente claro al observar sus relojes con complicaciones. Poco después de su fundación, ambas marcas produjeron relojes de bolsillo con complicaciones, a los que siguió la producción de relojes de pulsera con complicaciones. Audemars Piguet lanzó el primer reloj de pulsera con repetición de minutos en 1892, mientras que Patek presentó el primer reloj de pulsera con calendario perpetuo en 1925.
Las dos marcas también demostraron ser líderes a la hora de combinar varias complicaciones. Y es que combinar dos complicaciones en un reloj más que duplicar la complejidad del movimiento, lo que hace es multiplicarla todavía más. Ambas deben integrarse en el movimiento de forma que no interfieran entre sí y, al mismo tiempo, no ocupen demasiado espacio. Patek Philippe, en particular, ha batido récords impresionantes en este ámbito.
Por ejemplo, el Supercomplication, lanzado en 1932 y considerado el reloj de bolsillo más complicado hasta 1989, fecha en la que fue superado por otro modelo (también de Patek Philippe) con 33 complicaciones. Audemars Piguet no participó en esta carrera y prefirió centrarse en innovaciones como el desarrollo de un nuevo tipo de función de cronógrafo. Los detalles técnicos ya muestran que Patek Philippe se centra en continuar una tradición, mientras que Audemars Piguet pone la innovación en primer plano.
Sin embargo, lo que ambas marcas tienen en común es que la alta calidad no se limita en absoluto a los movimientos. Los relojes en su conjunto son una prueba de verdadera maestría. Las correas de piel, las cajas y todas las piezas del reloj están cuidadosamente elaboradas y son una obra de arte por sí mismas. Los números escritos a mano en las esferas de algunos relojes Patek Philippe son un detalle atemporal que les confiere un atractivo romántico.
En cambio, a Audemars Piguet le gusta situar a personas excepcionales en el centro de su colección, como demuestra su colaboración con Carolina Bucci, una virtuosa de la orfebrería. El Royal Oak en «Frosted Gold» (técnica de acabado en oro escarchado) no es solo un reloj único, sino sobre todo una prueba clara de que la combinación de modernidad y técnicas artesanales antiguas no son incompatibles.
Funcionalidad y tecnología
Ambas marcas buscan la excelencia. Esto se traduce en relojes cada vez más inusuales, pero también en la forma de llevarlos. ¿Y la resistencia al agua? Le aconsejo que no lo compruebe. Los relojes Patek Philippe, en particular, deben revisarse con la mayor regularidad posible, aproximadamente cada dos años, para garantizar su correcto funcionamiento. El mantenimiento de relojes tan complejos requiere su tiempo.
Cuantas más complicaciones, más debe proteger el reloj contra golpes u otros factores. Por ello, a la hora de comprar, considere siempre si desea un reloj de ocio más robusto —como el Royal Oak— o si está dispuesto a cuidar adecuadamente un reloj con complicaciones poco habituales —como un reloj de hora mundial de Patek Philippe— y ocuparse de él de manera competente.
Diseño y estilo
Ambas colecciones incluyen relojes de vestir y elegantes relojes deportivos adecuados para cualquier ocasión. Sin embargo, también se puede observar que Patek Philippe concede mayor importancia a los modelos elegantes y discretos, mientras que Audemars Piguet se decanta por la elegancia deportiva. No obstante, esto no debería impedirle echar un vistazo a los modelos más deportivos de Patek Philippe o a los más elegantes de Audemars Piguet. Y es que, en particular, ofrecen piezas que son más raras y más deseables por ello.
Modelos populares: Royal Oak vs. Nautilus
La similitud y, al mismo tiempo, la diferencia entre las dos marcas también se aprecia en el enfoque de sus buques insignia: el Royal Oak y el Nautilus. Ambos tienen una historia muy similar. El Royal Oak fue diseñado en 1972 por Gérald Genta para Audemars Piguet. Se caracteriza no solo por su bisel octogonal con ocho tornillos hexagonales visibles, sino también por su esfera «tapisserie». Con un diámetro de 39 mm y un precio de unos 2900 marcos de la época, no solo era uno de los relojes de acero más grandes, sino también uno de los más caros de la época.
Patek Philippe fue capaz de superarlo en 1976 con el Nautilus desarrollado por Genta. Tenía un diámetro de 42 mm y era más caro que el Royal Oak. Su diseño también era ligeramente diferente: el bisel también era octogonal, pero los lados del octógono estaban curvados hacia fuera. La esfera se caracterizaba por unas rayas horizontales distintivas. Los tornillos del bisel no eran visibles.
Ambos relojes fueron un éxito: este modelo deportivo también fue bien recibido por Patek Philippe. Sin embargo, cuando el aumento de valor y la popularidad del modelo clásico de acero con tres agujas del Nautilus crecieron tanto, se tomó la decisión de descatalogarlo para centrarse en modelos con más complicaciones. Se consideró que estos eran más adecuados para la marca Patek Philippe. En cambio, Audemars Piguet adoptó el enfoque opuesto. La colección se amplió, se situó en el centro de la marca y también se aventuró en nuevas ideas de diseño que reflejaban influencias de distintas áreas. Es famosa, por ejemplo, la «versión DJ» con una esfera con aspecto de ecualizador.
Estabilidad de precio y valor
En el caso de Patek Philippe y Audemars Piguet, la cuestión del precio es un tema aparte. Objetivamente hablando, no hay justificación para pagar precios tan elevados por un reloj de acero con tres agujas. Al fin y al cabo, solo se está comprando un reloj sencillo que no indica nada más que la hora. E incluso los modelos con complicaciones de Patek Philippe, la mayoría de estas complicaciones se pueden encontrar más baratas en otros modelos.
Realmente lo que más vale en estos modelos es su componente emocional: estamos comprando la máxima calidad, más de 100 años de historia y la mejor maestría artesanal. ¿Es necesario? No. ¿Es algo que atrae a los amantes de los relojes? Por supuesto que sí.
Estos relojes, especialmente las colecciones estándar clásicas, no solo conservan su valor, sino que suelen revalorizarse con el paso del tiempo. Por tanto, los relojes de ambas marcas pueden ser tanto objetos de coleccionista como también atractivos objetos de inversión.
Patek Philippe vs. Audemars Piguet: la conclusión
Patek Philippe y Audemars Piguet representan desde hace tiempo lo más de lo más del arte relojero, y sus historias de éxito no tienen fin. Ambas marcas ofrecen relojes de una perfección técnica inigualable y un diseño único. Pero mientras Patek Philippe sitúa la tradición y la familia en el centro, Audemars Piguet se centra en el progreso y el estilo de vida. Aun así, no importa cuál de estas dos visiones prefiera. Si desea comprar un reloj de una de estas marcas, lo importante es encontrar el modelo que se adapte a usted. Porque una vez que haya comprado su reloj, depende de usted hacerlo parte de su estilo de vida personal e impregnarlo de su propia historia o valores.
