Llegar a los clientes potenciales nunca ha sido tan fácil como en la era digital, dominada por los medios sociales. Mientras que en el pasado apenas había lugar para las marcas nicho sin generosos presupuestos de marketing y boutiques en las mejores ubicaciones, hoy es más fácil que nunca dirigirse directamente al cliente final. En casos extremos, esto puede ocurrir incluso en la fase de concepto de un reloj mediante crowdfunding, antes incluso de que se frese una sola platina. Por un lado, el número de micromarcas no deja de crecer, mientras que, por otro, algunas de ellas vuelven a desaparecer de la escena, o están concebidas desde el principio para realizar solo un número limitado de modelos y luego cesar su actividad. Se puede afirmar sin temor a equivocarse que limitarse las ventajas que ofrece la venta directa ya no basta para convencer a los entusiastas. Hoy en día, una micromarca debe ofrecer una calidad convincente y hacerla apetecible a unos clientes cada vez mejor informados mediante una política de información creíble.
¿Qué es una micromarca?
Antes de echar un vistazo a algunos relojes notables de micromarcas, es importante definir qué constituye realmente una micromarca, y qué no. Basándome en mis investigaciones y en mi opinión personal, he aquí algunas sugerencias:
- La marca no supera un determinado nivel de reconocimiento y un cierto número de empleados
- Los relojes se venden principalmente de forma directa al cliente final
- La comunicación con el cliente es inmediata y directa
Se pueden idear fácilmente otros criterios, como que la marca no tenga una historia demasiado larga, que se caracterice por su fundador y que no sea una escisión de una gran empresa. Por el momento, aplicamos los criterios definidos anteriormente al presentar algunos modelos dignos de mención de micromarcas populares.
1. anOrdain
Con la introducción de ornamentadas esferas esmaltadas fabricadas en Glasgow, la marca escocesa anOrdain ha hecho asequible algo reservado a los relojes más caros.
Con un equipo de menos de 20 empleados, la empresa sigue encargándose internamente de ensamblar los relojes, de hornear las esferas esmaltadas y de acabados de detalles como el templado de las agujas.
Los clientes pueden elegir entre tres modelos, siendo el anOrdain 1 probablemente es el más característico de la marca. Está «disponible» en tres tamaños y numerosas variantes de esfera, incluidas las codiciadas esferas fumé con degradados de color. Y digo «disponible», porque las listas de espera, si están abiertas, agotan considerablemente la paciencia. Pero algún punto negativo tenía que tener la marca. En 2024, por ejemplo, se ofrecía fechas de entrega para el año 2029. El precio de catálogo del Model 1 comienza en 2561 € para la versión más pequeña. Puede leer más sobre anOrdain en nuestro artículo sobre la marca.
2. Circula
Como soy amigo confeso de los pequeños eventos y ferias de relojería, estuve una vez más en Watchtime de Düsseldorf en 2024, que brilla menos por la presencia de los grandes, pero más por la de marcas prometedoras. Allí observé muchos relojes y muchas marcas sobre los que merece la pena informar. De hecho, al documentarme en la plataforma de Chrono24, también pude encontrar un ejemplar del Circula Facet, el modelo insignia de la marca que es extremadamente compatible con el «zeitgeist».
La propia Circula es una marca familiar revitalizada en 2017 por el nieto de una familia relojera.
El reloj deportivo de acero inoxidable Facet impresiona por sus facetas epónimas, que a veces están pulidas y a veces cepilladas. Además de un diseño de esfera único que recuerda a las ruedas dentadas, se utiliza un calibre de La Joux-Perret, el G100. La propia Circula describe el Facet como un «reloj GADA» (Go Anywhere, Do Anything; para cualquier sitio y actividad) y, en mi opinión, sin duda hace honor a esta afirmación. Con un precio de unos 2000 €, el Facet sigue siendo asequible.
Hanhart
Podría pensarse que Hanhart, como marca de relojes de importancia histórica con una plantilla que llegó a contar con tres dígitos, no tiene cabida en esta selección. Hoy, tras numerosos avatares y cambios de propiedad, la marca de la Selva Negra, con una plantilla de menos de treinta empleados, es lo suficientemente manejable como para seguir cotizando en bolsa.
Además de cronógrafos que se inspiran en la rica herencia de la empresa original, Hanhart también ofrece interesantes modelos de tres agujas. Por ejemplo, el Pioneer Preventor, lanzado en 2024, que entusiasmó a los aficionados con su precio de casi cuatro cifras (dependiendo de la pulsera) y su caja endurecida hasta tal punto que se agotó inmediatamente.
Tal vez por eso no hay actualmente ningún ejemplar en Chrono24, pero el Aquasphere de 2024 es también un reloj de buceo con un refrescante diseño.
Baltic
También es discutible si Baltic puede seguir calificándose de micromarca. Una pregunta legítima en vista del revuelo que ya han desatado los modelos individuales. Pero un vistazo a la fecha de fundación, que es hace menos de diez años, y a la plantilla principal, que es de menos de 20 personas, me dice que aún se puede hacer esa afirmación. La producción de componentes se realiza principalmente en Asia y solo el montaje final y el control de calidad en Francia, lo que permite una producción mucho mayor de lo que sugieren las cifras de la empresa. Baltic tampoco tiene reservas con los movimientos chinos, lo que ha contribuido a que el calibre de microrrotor Hangzhou 5000A del Baltic MR haya alcanzado cierta fama. Más recientemente, el Hermétique, un reloj de campo compacto con aire vintage a un precio asequible de 550 € con correa de caucho, impresionó al jurado.
Atelier Wen
¿Otra cooperación franco-china? ¿Por qué no? Sin embargo, a diferencia de Baltic, la joven start-up Atelier Wen se centra en la artesanía y la experiencia de fabricación chinas. Se informa al cliente de forma proactiva sobre lo que contiene este reloj y quién participa en él.
Atelier Wen hace por el guillochage real lo que anOrdain hizo por las esferas esmaltadas. Las esferas del modelo Perception están cortadas en máquinas clásicas manuales y, sin embargo, siguen siendo asequibles.
Aparte de esta «democratización» de las esferas guilloché a mano (precio inferior a 4000 €), Atelier Wen destaca por su particular transparencia y aprecio de sus socios y artesanos chinos. El Atelier Wen está demostrando poco a poco lo que hace tiempo que se ha establecido en otros sectores del prestigioso mercado de la relojería: el alejamiento del «Made in China» como indicación de calidad inferior hacia una comprensión de esta etiqueta orientada a la calidad.
