En sus marcas, listos, ¡ya! Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 o 2021 están a la vuelta de la esquina. Después de 1964, Japón acoge los Juegos por segunda vez este año y, debido al aplazamiento por la pandemia, se espera que la llama olímpica llegue por fin al nuevo Estadio Olímpico de Tokio el 23 de julio. Aunque muchas cosas serán diferentes, algo es seguro: Omega volverá a ser el cronometrador oficial de las competiciones deportivas y suministrará los relojes oficiales y el equipo técnico para el cronometraje tal y como hace desde 1932. Aprovechamos la ocasión no solo para recordarle la inminente llegada del mayor evento deportivo del año, sino también para mostrarle la importancia que los relojes y el cronometraje tienen en los Juegos Olímpicos. Por supuesto, el papel de la marca Omega está estrechamente relacionado con ello. ¿Qué diferencia a esta asociación de muchas otras en la industria relojera? ¿Cuáles son los modelos de relojes actuales para los Juegos Olímpicos de Tokio?
¿Cómo surgió la asociación entre Omega y los Juegos Olímpicos?
La mayoría de las marcas de relojes son expertas en contar (buenas) historias y en idealizar la suya propia. La historia de Omega y las Olimpiadas comienza con el viaje de un relojero de Omega que, con una maleta llena de cronógrafos, partió de la sede de Bienne hacia Los Ángeles en 1932 con el claro objetivo de convertir a Omega en el cronometrador oficial de los Juegos Olímpicos. Su hazaña se convirtió en realidad y, desde entonces, Omega ha tenido el honor de cronometrar los tiempos de una gran variedad de competiciones en nada menos que 28 ocasiones. Naturalmente, esto también le ha servido para promocionar sus propios productos. Pocos eventos ofrecen a las marcas una exposición y una plataforma tan amplias como este. No obstante, lo especial de esta asociación para mí es que la conexión tiene una apariencia mucho más natural y auténtica que, por ejemplo, la conexión con el agente secreto más famoso de Gran Bretaña.
Esta cooperación pone en primer plano la tecnología, las ventajas y los servicios de Omega como especialista en el cronometraje de precisión. En 339 competiciones que representan 33 deportes diferentes, Omega se encargará una vez más de que los ganadores sean juzgados con precisión en estos Juegos Olímpicos de verano. Durante la prueba de 100 metros lisos, los espectadores podrán experimentar cómo transcurre el tiempo con una precisión de centésimas de segundo y apreciar la experiencia de Omega como cronometrador. Por tanto, el papel de la firma en estos Juegos va mucho más allá de las vallas y carteles publicitarios que anuncian la marca, a pesar de que habrá más de 400 de ellos en el terreno para mostrar las clasificaciones y los tiempos. Un total de 200 kilómetros de cables llevarán las señales a los 530 «cronometradores Omega» profesionales que se encargarán de cronometrar y supervisar. Por lo tanto, Omega está invirtiendo un tiempo y un esfuerzo considerables para conseguir una perfecta ejecución de los Juegos Olímpicos. Desde el punto de vista del marketing, Omega se presenta aquí como un «ayudante», un facilitador e incluso un proveedor de servicios que no busca el protagonismo, sino que deja que los atletas que pasan meses o años entrenando para estas competiciones ocupen el primer plano. De hecho, ya conocemos muy bien a Omega asumiendo un papel parecido en las misiones espaciales.
¿Cuáles han sido las ediciones especiales más exitosas de Omega hasta la fecha?
Salto de altura, patinaje de velocidad, natación… Por muy diferentes que sean las disciplinas, los objetivos de Omega son sencillos: precisión y fiabilidad. Al fin y al cabo, la marca lleva varias décadas trabajando en este ámbito. La firma está presente ante el público desde 1964. Ese año, en los Juegos de Innsbruck, Omega consiguió mostrar por primera vez los tiempos de los atletas «en directo», de forma comprensible y transparente para el espectador. Esta pequeña revolución técnica (para la época) fue especialmente aclamada en la natación: todo lo que tenían que hacer los nadadores era tocar las superficies de contacto en el borde de la piscina para detener inmediatamente su tiempo, ¡algo nunca visto! Y, hablando de natación: como sabrá, Omega ha diseñado varios relojes de buceo muy populares. Con regularidad se lanzan ediciones especiales concebidas para diversos eventos deportivos tanto del Omega Seamaster Diver 300M como del Planet Ocean 600M para profesionales. Esto es lo que ocurrió, por ejemplo, en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang de 2018, donde Omega fabricó una edición especial limitada a tan solo 2018 piezas. Omega es muy aficionada a reflejar los colores o símbolos de la bandera nacional en el diseño de sus relojes, y este caso no es ninguna excepción a la regla. Así, el rojo de la bandera surcoreana se encuentra no solo en los primeros 15 minutos del minutero del bisel, sino también en la pulsera. La esfera de cerámica, un material que Omega emplea con mucha frecuencia, aporta un vigoroso tono azul que recuerda tanto a la otra mitad de la bandera surcoreana como a los océanos en los que el Planet Ocean está presente.
En mi opinión, la edición especial del Omega Speedmaster Mark II «Rio 2016», está especialmente lograda y, si miramos los datos de Chrono24, también ofrece una buena estabilidad del valor. Lo más destacado del modelo son los totalizadores en oro, plata y bronce, que casan perfectamente con el aspecto y el aire retro del Speedmaster Mark II. Aparte de eso, los modelos de edición especial no suelen ofrecer diferencias técnicas y presentan los últimos avances en el momento de su lanzamiento. Por lo tanto, estas ediciones especiales se basan más en el diseño original y en el vínculo entre Omega y los Juegos Olímpicos que en cualquier funcionalidad de alta tecnología, y atraerán ante todo a los fans del país anfitrión o a quienes tengan un especial afecto por él.
¿Qué ofrecen los modelos actuales?
Los modelos actuales para los Juegos Olímpicos de Tokio de este año son un Omega Seamaster Diver 300M, un Aqua Terra 150M y un Planet Ocean 600M.
Estas referencias también se basan en los actuales modelos «estándar» de las respectivas series. Lo más destacado del Seamaster Diver 300M es la esfera brillante en combinación con los detalles azules, que se inspiran en el emblema de los Juegos. A diferencia de otras ediciones, Omega ha optado aquí por no indicar el nombre del evento en la esfera: esta apuesta por la sencillez encaja perfectamente con las tendencias de diseño populares en Japón. Las únicas referencias a los Juegos Olímpicos son visibles en el interior de la caja blanca, así como en el cristal de zafiro del fondo de la caja abierto.
Omega ha dotado al Aqua Terra de una esfera de cerámica azul, que es una novedad en la serie Aqua Terra y le concede un aspecto único y de gran calidad. El diseño de la esfera se basa en el logotipo oficial de los Juegos. Para ser honesto, el Aqua Terra es mi favorito entre este trío de modelos: mientras que la mayoría de las ediciones especiales me parecen, en general, demasiado similares entre sí, este Aqua Terra encajaría perfectamente en la colección clásica y podría haberse presentado de forma independiente a los Juegos. La correa de caucho azul confiere al elegante Aqua Terra el toque deportivo que espero de un reloj de verano tanto para tierra como para el agua. El Aqua Terra en sí es, para mí, uno de los relojes más versátiles del mercado, ideal para llevarlo a diario.
En el Planet Ocean, que también está limitado a 2020 piezas, Omega apuesta (casi) exclusivamente por el blanco. El aspecto voluminoso del Planet Ocean se ve mitigado por la esfera de cerámica pulida, que le aporta un toque de minimalismo y sobriedad, una impresión confirmada por el inusual diámetro de 39.5 mm. Este reloj muestra claramente los colores del país anfitrión de este año: la cerámica líquida roja del segundero combinada con la esfera blanca le recordará inmediatamente a la bandera japonesa. Como es habitual, Omega también se presenta como un digno socio de los Juegos en el aspecto técnico, y el calibre Master Chronometer 8800 garantiza la última tecnología. Lo mismo ocurre con el Omega Speedmaster Tokyo Limited Edition, cuyo bisel está adornado en rojo y rodea una esfera gris claro inspirada en la versión del Speedmaster de cristal de zafiro. El delicado acabado satinado con efecto rayos de sol confiere elegancia y clase a este Speedy, inicialmente reservado al mercado japonés. Pero que no cunda el pánico: este modelo, así como las otras cuatro variantes del Speedmaster en homenaje a los Juegos de Tokio, estarán, por supuesto, disponibles en Chrono24.
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