En artículos anteriores hemos examinado varias marcas de relojes de fuera de Suiza. En esta ocasión nos centraremos en algunos modelos procedentes de una región de Alemania con una larga historia en el ámbito de la relojería. No, no se trata de Sajonia. Hoy viajamos a través del país hasta la Selva Negra. Esta región del sudoeste de Alemania cubre más de 6000 km² y es la cuna original de la relojería alemana.
La Selva Negra
La región de la Selva Negra, y la ciudad de Pforzheim en particular, gozan de una rica historia en lo que a joyería y relojería se refiere. En el pasado, esta ciudad era conocida como «la ciudad del oro» y «la puerta de la Selva Negra». Hoy en día, sin embargo, otras ciudades alemanas le han tomado la delantera. No obstante, todavía existen varias marcas relojeras ubicadas en la Selva Negra, muchas de las cuales han resistido el paso del tiempo y cuentan con historias que se remontan a finales del siglo XIX y principios del XX.

Algunas de las marcas más conocidas de la Selva Negra son Hanhart, Junghans, Laco yStowa. La mayoría de ellas existen desde hace bastante tiempo. Pero también hay una marca más pequeña que se ha revivido recientemente. Eza Watches fue adquirida por un relojero holandés y reintroducida en Pforzheim en 2016, 37 años después de que cerrase sus puertas. Desde entonces, ha lanzado varios relojes con diseños contemporáneos, además de un modelo que hace honor a su herencia. Se trata de una marca interesante de la que estar pendiente. Pero centrémonos ahora en algunas de las marcas que se han mantenido durante más tiempo en esta región.
Hanhart y el PIONEER TwinDicator
Hanhart data del año 1882. Inicialmente se fundó en Suiza, pero se trasladó a la ciudad de Schwenningen unos 20 años después. Aunque se mantuvieron cercanos a sus raíces suizas, la manufacturación se mudó a la Selva Negra. La compañía tuvo éxito, especialmente desde que el hijo del fundador, Wilhelm Hanhart, se unió a ella en 1920. Wilhelm era un gran aficionado a los deportes y se dedicó a crear cronógrafos fiables y asequibles. En 1938 se mudaron de nuevo, esta vez a Gütenbach, donde permanecen a día de hoy.

Alrededor de 1938, Hanhart lanzó su primer cronógrafo con un solo pulsador, lo que marcó el comienzo de una nueva era. Poco a poco, la marca se fue haciendo conocida por sus cronógrafos asimétricos. Otra característica distintiva es el tono rojo del pulsador. Muchos cronógrafos de esa época contaban con una función flyback, y el botón rojo servía como recordatorio para pensárselo dos veces antes de pulsarlo. Según la historia, un piloto salió de casa y notó que el pulsador de su reloj estaba pintado de rojo. Su mujer había usado esmalte de uñas para marcar el reloj y así recordarle que volviera a casa sano y salvo. Hanhart continúa usando pulsadores rojos y asimétricos en modelos selectos.

El PIONEER TwinDicator es una versión moderna del cronógrafo de piloto original con función flyback y pulsador asimétrico. La mayor diferencia es que la versión moderna es ligeramente mayor y aloja un movimiento automático. Aparte de eso, se asemeja mucho al reloj antiguo en cuanto a la disposición de la esfera, las agujas estilo catedral y el bisel estriado con una marca roja. Este marcador rojo permite al portador determinar rápidamente cuánto tiempo ha pasado. Otra versión, también fiel a su historia, tiene un bisel liso. El precio de venta del PIONEER TwinDicator es de 2840 € con correa de cuero y 3040 € con un brazalete de metal.
Junghans y el Max Bill
De las tres marcas de la Selva Negra que examinamos hoy, Junghans es la que lleva más tiempo existiendo. Erhard Junghans fundó la compañía en 1861. La empresa tuvo un gran éxito y, a principios de la década de 1900, era el mayor fabricante de relojes del mundo. Para hacerse una idea de la escala de su producción: cerca de su 100 º aniversario, sus 6000 empleados producían 20 000 relojes de pared y de pulsera al día, una cantidad ciertamente impresionante.
Con el fin de mejorar sus diseños, la marca acudió al diseñador de productos Max Bill. Este era un famoso arquitecto, pintor, escultor, publicista y diseñador industrial con un amplio portfolio. Nacido en 1908, estudió en la Bauhaus y fue uno de los fundadores de la Escuela de Diseño de Ulm. Bill es conocido por usar diseños inspirados en la Bauhaus en todos sus productos. Empezó diseñando relojes de pared de cocina para Junghans antes de dedicarse a los relojes de pulsera en 1961.

El Max Bill Automatic actual exhibe la misma pureza que los primeros relojes del diseñador. Este modelo de 38 mm es la personificación del eslogan de la Bauhaus: «la forma sigue a la función». Puede escoger entre una versión totalmente minimalista con índices horarios alargados y estrechos, y marcadores de los minutos más cortos, o una versión solo con índices horarios. Todos los modelos se asemejan a los diseños originales de Max Bill, en especial aquellos con ventana de la fecha. Además, todos los relojes incorporan el mismo movimiento con una reserva de marcha de 38 horas. Según la configuración, estos relojes cuestan unos 750 €.
Stowa y el Flieger Classic
Stowa es la marca más joven de esta lista. El nombre de la casa es una contracción del nombre de su fundador, Storz Walter. Fundada inicialmente en 1927, Stowa no se mudó a Pforzheim hasta 1935. Debido a los bombardeos en 1945, la producción se trasladó a Rheinfelden. Hoy en día, la sede de Stowa se encuentra en Engelsbrand, justo al lado de Pforzheim.

En sus primeros años, Stowa producía relojes inspirados en la Bauhaus. Actualmente, estos se conocen como modelos Antea. La empresa también comenzó a producir relojes de observador para la Marina y grandes relojes de piloto «B-Uhr» en 1939. En aquel momento, poner el logotipo de la marca en la esfera del reloj no era una práctica habitual; los diseños eran meramente funcionales y tan solo contaban con lo esencial. Estas esferas iniciales presentaban un triángulo con dos puntos a las 12 horas y numerales del uno al once. No fue hasta 1941 que Stowa diseñó diales con una escala de minutos. Entonces, los marcadores horarios se movieron hacia el centro y se añadieron numerales para los minutos en incrementos de 5 en 5.

El Stowa Flieger Classic sin logo es el que más se asemeja al reloj de piloto original de la marca. Por supuesto, redujeron las dimensiones originales, que eran de unos impresionantes 55 mm. Con 40 mm, la versión moderna tiene el tamaño perfecto. El Flieger Classic está impulsado por el movimiento de cuerda manual ETA 2804-2 y cuenta con una reserva de marcha de 42 horas. Se trata de una de las interpretaciones modernas de un reloj de piloto original más fieles que se pueden encontrar en la actualidad, y lo puede adquirir por menos de 1100 €.
Reflexiones finales
Aunque las raíces de la relojería alemana se hallan en la región de la Selva Negra, desde entonces otras áreas han tomado la delantera. Aun así, esta región sigue alojando varias marcas con historias ricas e impresionantes, así como algunas marcas más nuevas que se han revitalizado. Es fantástico ver que todas estas casas valoran su herencia. La Selva Negra es, sin duda, una región a tener en cuenta si está buscando una nueva adición para su colección de relojes.