TUDOR Black Bay Fifty-Eight 18k: el olvidado tesoro dorado

En la primavera de 2021, Tudor presentó dos nuevos modelos en el mercado: el Tudor Black Bay Fifty-Eight 925 referencia 79010SG y el Tudor Black Bay Fifty-Eight 18k referencia 79018V en plata 925 y oro de 18 quilates. Desde el primer día de su lanzamiento, la versión de plata de ley ha acaparado todas las miradas. Equipado con una esfera gris cálido y un bisel del mismo color, este modelo tiene un acabado plateado mate, lo que lo hace mucho más versátil que su competidor de 18 quilates. El Gold Boy ha sido extremadamente controvertido desde el principio debido a su material precioso y a su aspiracional rango de precios. En ningún momento ha salido de la sombra de la variante plateada… hasta ahora. Porque dos años después de la presentación de los dos relojes, se acumulan las voces críticas sobre la pátina de la caja del 925. ¡No a todo el mundo le gusta! A cambio, el olvidado tesoro dorado ha recibido un incentivo decisivo para su compra. Así que la dinámica parece estar cambiando entre la pareja de hermanos, y nuestro candidato a la revisión de hoy lo tiene todo: ¡compruébelo usted mismo!

El Tudor Black Bay Fifty-Eight 18k con la correa textil incluida.

Tudor Black Bay Fifty-Eight 18k – la primera impresión

Empecemos directamente por el atractivo de este modelo: el reloj está fabricado con un bloque de oro de 18 quilates, de oro amarillo para ser precisos, el más antiguo de todos los tipos de oro. Es el primer modelo totalmente de oro de Tudor. Hasta ahora, este metal precioso de alta calidad solo estaba disponible para los modelos de dos tonos. En los modelos bicolor, además, la mayoría de las piezas solo estaban chapadas en oro. Ahora encontramos los componentes esenciales fabricados en oro puro: caja, corona y bisel. Los índices y las agujas de Tudor, que ya son un estándar en la casa matriz Rolex, también son, por primera vez, de oro macizo.

La corona del Tudor Black Bay Fifty-Eight 18k en detalle

Lo más destacado, sin embargo, es el acabado del metal precioso: el oro está completamente cepillado. El reloj tiene un acabado mate integral del que el ojo del observador no se cansa. Esto hace que el reloj tenga un aspecto diferente al de sus competidores de oro integral. Menos glamuroso, menos dominante y, por tanto, más discreto y considerado. Si se observa más de cerca, el Black Bay Fifty-Eight de oro amarillo muestra su lado más noble y al mismo tiempo es habitualmente deportivo. Es el reloj de oro más silencioso que he conocido. La esfera y el bisel son de un verde amarillento. «¿Por qué no azul o negro?» es lo primero que me viene a la mente. ¡Un verde extraño! Pero las apariencias engañan. Más sobre esto en un segundo vistazo.

Tudor Black Bay Fifty-Eight 18k: la segunda impresión

Si se observa más de cerca a la luz del día, el bisel de aluminio anodizado está coloreado de un intenso verde musgo. La incrustación del bisel giratorio tiene una escala de 60 minutos chapada en oro con una perla luminiscente de marco clásico en la posición de las doce. El bisel giratorio de 60 minutos es incomparable tanto háptica como acústicamente. Este es uno de los muchos detalles en los que no se pueden negar los estándares de calidad de Rolex. La esfera es analógica en verde musgo mate. Las letras y el minutero también están chapados en oro. Una mirada más atenta desde diferentes ángulos revela una estructura superficial ligeramente moteada. Esto confiere a la esfera un aspecto granulado cuando se expone a la luz cambiante. Se podría pensar que la esfera ya tiene una pátina debido al paso del tiempo. En la luz artificial de la boutique Tudor, así como en las imágenes digitales, hasta ahora he pasado por alto este indicio. Una vez más, este reloj vive de las influencias de la luz naturalmente cambiante de la vida cotidiana. Pasa de un rico verde musgo a un interesante verde oliva y a un rutinario verde negro. Unas veces en armonía y otras en contraste con el tono verde constante del bisel. Una exclusiva interacción de colores y realmente excitante a la vista en combinación con el oro mate. ¡Pruébelo!

La esfera verde del Tudor Black Bay Fifty-Eight 18k divide a la comunidad relojera.

Se incluyen dos correas de reloj: una correa de piel de aligátor marrón oscuro con pespuntes beige, y la correa textil Tudor de alta calidad fabricada en Francia, cerca de Saint-Étienne, en un verde oliva a juego con franja central dorada. Increíblemente, ambas correas tienen una hebilla de pasador de oro de 18 quilates. Porque los fabricantes cobran al menos 1000 euros por cierres de oro comparables en este segmento de producto.

Tudor Black Bay Fifty-Eight 18k: dimensiones y calibre

El Tudor Black Bay Fifty-Eight 18k se presenta en unas dimensiones casi típicas. Las especificaciones familiares, 39 mm de diámetro de caja y 47 mm de medida de asa a asa, dejan al reloj en su universalmente apreciada zona de confort de uso. Solo la altura del reloj ha aumentado mínimamente en comparación con sus hermanos de acero inoxidable, en otros 0.8 mm hasta los 12.7 mm. Esto se debe al fondo transparente de la caja. La lengüeta de la correa sigue siendo la popular de 20 mm.

El movimiento de manufactura MT5400, técnicamente meritorio, es uno de los mejores dentro de esta categoría de precio, con una reserva de marcha de 70 horas. El reloj es hermético hasta 200 m. El instituto de pruebas suizo Contrôle Officiel Suisse des Chronomètres (COSC) ha certificado oficialmente el reloj como cronómetro. Por lo tanto, el reloj cuenta con la robustez, fiabilidad, precisión y durabilidad necesarias en sus características.

¿Qué tiene el Tudor Black Bay Fifty-Eight 18k?

Tras una amplia investigación sobre esta referencia, los principales puntos de crítica pueden resumirse como sigue. Admito que mis reservas originales iban en el mismo sentido.

• En general, se critica el fondo de caja transparente de esta referencia. Se trata de algo muy poco habitual en un reloj de submarinismo. Además, el calibre MT5400 visible no resulta muy atractivo.
• No se incluye en la entrega una correa de reloj de oro puro. A diferencia de la mayoría de los relojes de oro de la competencia, falta este accesorio, lo que limita la capacidad de elección de correa.
• El tono verde del reloj no resulta atractivo. Especialmente en combinación con el oro amarillo.
• Conocido en realidad por la accesibilidad de su precio, el Black Bay Fifty-Eight 18k se adentra en nuevos terrenos. Con un precio de catálogo de 17 000 euros actualmente, el reloj se encuentra claramente fuera de la zona de confort relevante de Tudor.

¿Qué tiene a favor el Tudor Black Bay Fifty-Eight 18k?

• El fondo de caja transparente y, por tanto, más ligero, permite que el reloj de oro pese en total unos comparativamente escasos 103 g. Esto favorece mucho la comodidad de uso en general, pero especialmente en la correa NATO. Tudor ahorra aquí en metal precioso, pero vuelve a ser generoso con los cierres de oro de 18 quilates en ambas correas del reloj.
• La falta de un brazalete de oro deja a la referencia en el segmento de precio comparativamente bajo para los relojes de lujo de oro. Añadir una correa de este tipo al reloj incrementaría el precio en al menos un 50 %.
• Las imágenes digitales y la luz artificial de las salas de exposición no hacen justicia al reloj. El verdadero juego de colores del reloj solo se despliega con la luz natural del día.
• Con el precio de catálogo actual de 17 000 euros, esta referencia en el segmento de lujo de los relojes mecánicos de oro macizo puede considerarse absolutamente justa, como también es habitual en Tudor.

Resumen

El Tudor Black Bay Fifty-Eight 18k referencia 79018V sigue dando la impresión de estar por detrás de su potencial real. Es cierto que, aparte del Rolex GMT-Master II Rootbeer Two-Tone, mi modesta colección se compone exclusivamente de modelos de acero inoxidable. Los relojes de oro macizo nunca han sido de mi interés. Hasta hoy. Después de todo, ¿qué decidiría si el precio de mercado del chico de oro cayera por debajo de la marca de los 10 000 euros en las próximas semanas tras una caída constante?