Érase una vez, un humilde reloj de buceo que tenía un único propósito: bucear. Hoy en día, sin embargo, la historia es diferente y estos relojes se han convertido en una opción cada vez más popular para oficinistas de traje y corbata y guerreros de fin de semana por igual. Hemos recorrido un largo camino desde que un grupo de submarinistas franceses emprendieron su búsqueda para encontrar un reloj herramienta funcional que los acompañara en sus peligrosas misiones bajo el agua, a principios de la década de 1950.
El reloj de buceo original
Mucha gente supone que Rolex fue el creador del primer reloj de buceo producido comercialmente y, dada la increíble popularidad de sus modelos Submariner y Sea-Dweller, no es difícil entender el por qué. Si bien es cierto que Rolex, y otras marcas importantes, como Omega, han hecho contribuciones sustanciales al desarrollo de los relojes mecánicos de buceo a lo largo de los años, en realidad fue otro fabricante suizo quién creó el modelo base del reloj de buceo mecánico que conocemos y tanto queremos hoy en día: Blancpain.
En la actualidad, el buceo recreativo y el buceo de superficie son actividades muy populares, llevadas a cabo casi en cualquier lugar donde hay una playa o un cuerpo de agua con algo interesante que ver. Sin embargo, a principios de la década de 1950, era una historia diferente. En ese momento, el buceo era principalmente una actividad llevada a cabo por soldados de élite, conocidos como hombres rana o comandos submarinos, que necesitaban atacar sigilosamente posiciones clave o realizar audaces incursiones. El escuadrón relevante para nuestra historia es el francés «Nageurs de combat» (Fuerzas francesas de élite Diving Corps), creado por el gobierno francés en 1952 después del final de la Segunda Guerra Mundial.
Los encargados del escuadrón, el Capitán Robert «Bob» Maloubier y su teniente, Claude Jean Riffaud, tuvieron la tarea de elegir a los miembros integrantes y equiparlos con todo el equipo de buceo necesario. El único problema era que ninguno de los dos podía encontrar un reloj mecánico adecuado a las necesidades específicas y bastante extremas de sus hombres. Dada la gran importancia de medir el tiempo en las misiones que llevarían a cabo, esto rápidamente se convirtió en un problema importante.
El buzo aficionado
Por la misma época, Jean-Jacques Fiechter, entonces director ejecutivo del fabricante suizo de relojes suizos Blancpain, estaba trabajando en un concepto propio de reloj de buceo. Un apasionado buceador amateur en su tiempo libre, salió ileso por poco a un error en la medición de tiempos de una inmersión y esto lo ayudó a darse cuenta de la necesidad de contar con un instrumento de cronometraje robusto pero fácil de leer, en el que pudiera confiar incluso en condiciones extremas. Rápidamente, se le ocurrió una larga lista de requisitos para crear lo que se convertiría en el primer reloj mecánico de buceo: a resistente al agua, de cuerda automática, antimagnético y legible tanto en agua turbia como por la noche.
Como CEO de un fabricante de relojes suizo, estaba excepcionalmente bien situado para probar sus ideas en tiempo real y no pasó mucho antes de que comenzara a patentar algunas de las soluciones que desarrolló. Estas incluían una corona doblemente sellada que garantizaba que la resistencia al agua del reloj se mantuviera incluso si la corona se abría accidentalmente durante una inmersión, un bisel giratorio con marcas adecuadas que se podían leer con la manecilla de minutos para controlar el tiempo transcurrido, y un mecanismo de bloqueo que evitaba que el bisel girara a mitad de la inmersión (y también mantenía la sal y la arena fuera para que girara sin problemas). También resolvió un problema común con las fondos de cajas atornilladas que no se sellan correctamente, colocando el sello del anillo «O» en un canal con un anillo metálico adicional en la parte superior para mantenerlo en posición. Esta invención patentada aseguró un sellado consistentemente fuerte cuando el fondo de caja estaba atornillado.
Finalmente, Maloubier y Riffaud se enteraron de los experimentos de Fiechter con los relojes de buceo y acudieron a él con sus requisitos específicos, al no haber encontrado a nadie capaz de producir un reloj que cumpliera con sus estándares. Los tres hombres descubrieron rápidamente que buscaban el mismo objetivo en cuanto a las especificaciones técnicas que debería tener un reloj mecánico de buceo y, poco después de las conversaciones iniciales, Fiechter pudo entregar 20 relojes para ser sometidos a rigurosas pruebas.
Tal vez no resulte sorprendente saber que los relojes pasaron todos los tests con gran éxito y este modelo pronto fue adoptado como el reloj oficial del cuerpo francés de buceo de combate. Otros ejércitos mundiales harían lo mismo poco después, comenzando con los israelíes y luego los estadounidenses, españoles, alemanes, daneses, noruegos, suecos y paquistaníes. Así, nació la leyenda del Blancpain Fifty Fathoms.
Tras este éxito inicial, Blancpain añadió numerosos modelos adicionales a la familia Fifty Fathoms. Muchos respondieron directamente a los comentarios obtenidos de los diversos ejércitos que usaban el reloj en ese momento. Por ejemplo, el Fifty Fathoms MIL-SPEC 1, introducido en el mercado en 1957-58, presentaba un indicador de estanqueidad en el dial y se convirtió en una característica estándar para los nadadores de combate estadounidenses. Ahora un modelo icónico, Blancpain presentó la edición limitada «Tribute to Fifty Fathoms MIL-SPEC» el año pasado para conmemorar el 50 aniversario del modelo.
En la actualidad
Hoy en día, Fifty Fathoms sigue siendo una colección fundamental para Blancpain, capturando el mismo sentido de aventura que el primer reloj de buceo de 1953. Ahora hay mucha más variedad, pero aún están presentes los principales elementos de la firma, que forjaron la reputación del modelo original y lo establecieron como el reloj del buzo arquetípico. Ya elija el clásico de Fifty-Fathoms Automatic u opte por algo un poco más moderno de la serie Bathyscaphe, puede estar seguro de que lleva un trozo de historia en la muñeca.
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