Los relojes deportivos de lujo con un brazalete de acero integrado son una de las categorías más demandadas en el mundo de los relojes, como se ha venido demostrando en los últimos años. Sin embargo, incluso si el IWC Ingenieur es realmente un reloj de este tipo, sería un error reducirlo a esta simple categoría. De hecho, sus líneas y su técnica hacen que destaque entre la multitud. Es un reloj de los años 50, que representa la idea de progreso. Desde la década de 1970, ha tenido su aspecto apropiadamente industrial, casi futurista.
2023 es el año en el que el rico patrimonio del Ingenieur da su próximo paso adelante. Watches and Wonders 2023 ha vivido el lanzamiento de lo que muchos de nosotros estábamos esperando: un nuevo modelo Ingenieur. Este nuevo modelo continúa hábilmente la tradición de innovación técnica y el diseño legendario de Genta. No es un reloj destinado a las masas, sino un verdadero modelo de coleccionista para aquellos que buscan fiabilidad, estilo y precisión. Y es, en mi opinión, toda una declaración en términos de maestría artesanal, diseño icónico y mirada puesta en el futuro. ¿Está listo para descubrir el nuevo IWC Ingenieur y su historia?
Los inicios del IWC Ingenieur
Proteger los relojes contra los campos magnéticos: este fue un tema caudal para IWC desde sus inicios. El primer reloj de bolsillo antimagnético fue diseñado en 1887. Esta función ganó protagonismo durante la Segunda Guerra Mundial. En ese entonces, IWC era conocida por fabricar relojes para pilotos. Unos relojes que no solo tenían que poderse leer bien, sino que también debían soportar las duras condiciones en las cabinas de vuelo. Es decir, modelos que incluyeran movimientos que no se vieran afectados por los campos magnéticos durante los vuelos. Al principio, se utilizaron aleaciones para garantizar esta protección, pero pronto se introdujeron las jaulas de hierro dulce, que protegían el movimiento de los campos magnéticos.
La demanda de relojes antimagnéticos no disminuyó en los años cincuenta. El motivo ya no era la guerra, sino la fe en la idea de progreso. La época requería un reloj para quienes construían y desarrollaban la sociedad, es decir, los maestros de la técnica del mundo. El Ingenieur de IWC está detrás de esta idea. El reloj perfecto para la industria. Como homenaje al progreso, el primer modelo, el Ingenieur 666, incorpora el primer movimiento automático de IWC. Además, el diseño también estaba en consonancia con el espíritu de la época. A pesar de que en 1967 apareció una versión ligeramente modernizada y más deportiva con el 866, el reloj seguía teniendo un aspecto relativamente corriente y carecía de un verdadero carácter industrial y vanguardista.
El IWC Ingenieur mantiene su característico diseño
Era evidente que el reloj necesitaba un lavado de cara. Los numerosos y poco entusiastas intentos de renovar el estilo del Ingenieur no dieron el resultado deseado, por lo que se inició la búsqueda de un nuevo diseñador de relojes. El hombre adecuado para el trabajo no era otro que Gérald Genta, el popular diseñador conocido por el Nautilus de Patek Philippe y el Royal Oak de Audemars Piguet. Este pasó dos años trabajando en la nueva esfera del Ingenieur antes de que se presentara al público en 1976.
La sorpresa fue mayúscula: el Ingenieur estaba irreconocible. Genta había conseguido diferenciar claramente la nueva versión de los modelos anteriores. El reloj fue diseñado con ángulos agudos y un aspecto audaz e industrial que reflejaba su objetivo: ser un reloj para los maestros de la técnica, los ingenieros. Los cinco tornillos visibles en el bisel siguen siendo hoy su emblema. Se han convertido en la marca del reloj, al tiempo que simbolizan su robustez. Aunque la elección estética era arriesgada, tuvo éxito y el diseño de Genta forma parte ahora del patrimonio genético del Ingenieur de IWC.
El Ingenieur hace historia
Tras su aparición en 1976, el reloj tuvo que superar muchas adversidades. En aquella época, los relojes de lujo fabricados en acero tenían poca aceptación y, debido al elevadísimo precio del oro en aquel momento, al principio no fue posible ofrecer modelos en oro o bicolores del Ingenieur. Las fluctuaciones monetarias y la crisis del cuarzo también dificultaron el éxito económico. Sin embargo, en IWC se mantuvieron firmes: el Ingenieur, al fin y al cabo, reflejaba los valores de la manufactura.
A este modelo le siguió en 1989 el Ingenieur 500 000 A/m, que estableció un nuevo récord mundial con su altísima resistencia a los campos magnéticos. En 2005, se celebró el 50 aniversario del Ingenieur con el lanzamiento del Ingenieur Automático AMG. El reloj fue diseñado en colaboración con Mercedes-AMG. Limitado a 250 piezas, estaba fabricado en titanio y cerámica. El diseño del reloj se inspiró en el coche de carreras AMG Mercedes-Benz CLK DTM. En 2013, la colección se revisó de nuevo y se añadieron complicaciones. Lo más destacado fue, sin duda, el Ingenieur Constant-Force Tourbillon. Este reloj cuenta con un mecanismo patentado de fuerza constante integrado en el tourbillon. Esto garantiza un movimiento extremadamente preciso.
El Ingenieur de IWC del presente y del futuro en Watches and Wonders 2023
La nueva versión del Ingenieur vuelve a sus raíces haciendo sin concesiones lo que mejor sabe hacer: ofrecer un reloj para los maestros de la técnica de nuestra sociedad. Y aunque no sea tan conocido como otras colecciones de IWC, es el que mejor encarna lo que IWC representa: el amor por la técnica y el progreso. Por eso se tomó la decisión de no copiar simplemente el diseño Genta del pasado para la nueva edición. En lugar de ello, se adaptó al presente para que el reloj tuviera una proyección en el futuro. La mejor manera de describir su estilo sería la de «retrofuturista».
Sin duda, el ADN del diseño original es claramente reconocible. No obstante, la marca se ha atrevido a hacer algunos cambios. Especialmente en términos de ergonomía y proporciones, el modelo actual puede decirse que es significativamente más cómodo. Los tornillos están mucho más presentes visualmente, lo que ayuda a enfatizar el carácter técnico del reloj. También se ha fijado el bisel al anillo de la caja. Esto significa que tienen un papel funcional y no solo decorativo, como ocurría con los modelos anteriores. Una buena ventaja de esto es que siempre permanecen en la misma posición.
Los protectores de corona añaden un toque deportivo al nuevo modelo. La esfera, además, es especialmente llamativa: su diseño cuadriculado es notablemente más fino que en los modelos anteriores y presenta un efecto rayos de sol. Si se mira de cerca, se puede ver cómo el motivo envuelve perfectamente las letras de la esfera. Gracias a las nuevas técnicas y procesos de pulido, el acabado general también es más sofisticado. Las superficies satinadas, los bordes pulidos, los pasadores cerrados del brazalete y el clásico cierre desplegable de IWC transmiten sensación de lujo.
Se han lanzado cuatro referencias, tres de las cuales solo se diferencian por el color de la esfera: negra, blanca y agua. La cuarta referencia presenta caja y brazalete de titanio. La esfera gris va a juego. De este modo, el concepto encaja a la perfección con el espíritu y amor por la técnica de IWC.
El movimiento 32111 de manufactura propia se utiliza en todos los modelos. Con una reserva de marcha de 120 horas y una resistencia al agua de hasta 100 metros, no deja nada que desear y demuestra que el Ingenieur de IWC está realmente a la altura de todos los retos a los que se enfrentan los maestros de la técnica de hoy y de mañana.