Sin duda, los artículos de escritura son el ámbito que caracteriza a la marca Montblanc. Las plumas estilográficas son las que han escrito la historia de la casa a lo largo de décadas. A nivel mundial, jefes de gobierno y grandes personalidades han firmado acuerdos y leyes con estos elegantes instrumentos creados por la firma de Hamburgo. Sin embargo, desde 1997, la marca también destaca por producir relojes de lujo en su manufactura de Le Locle, Suiza. Fiel a los altos estándares de calidad conocidos de la marca, los primeros relojes mecánicos lanzados recibieron el nombre de "Meisterstück" (obra maestra en alemán). En su interior laten los calibres automáticos ETA 2000 o 2892, el movimiento de cronógrafo automático Valjoux 7750 o el calibre de cuerda manual Peseux 7001.
Actualmente, Montblanc ofrece en su catálogo relojes provistos de calibres de manufactura con función de cronógrafo o con complicaciones excepcionales como el tourbillon. Uno de los modelos de alta relojería más emblemáticos de la casa es el Montblanc Villeret 1858 ExoTourbillon Rattrapante, un modelo presentado en 2013 que combina un cronógrafo ratrapante con un tourbillon patentado. Se trata de un mecanismo que coloca el volante fuera de la jaula del tourbillon, un tipo de construcción único en el ámbito de la alta relojería. Además, el reloj señala una segunda zona horaria y ofrece una indicación día/noche. Esta obra maestra, reunida en una edición limitada de 18 ejemplares, se fabrica en oro blanco y cuesta cerca de 215.000 euros (en estado nuevo).
Otro modelo excepcional es el Montblanc TimeWriter II Chronographe Bi-Fréquence 1000, un cronógrafo que permite medir con exactitud milésimas de segundo. El responsable de ofrecer esta asombrosa precisión es el calibre de manufactura MB M66.26, que incluye dos volantes. Al igual que el Zenith Defy El Primero 21 lanzado en el año 2017, este cronógrafo incluye dos volantes independientes: uno para la visualización de la hora y otro para la función de cronógrafo. En el Montblanc, este último oscila a una frecuencia de 50 Hz, es decir, 360.000 alternancias por hora (A/h). En cambio, el órgano regulador responsable de indicar la hora oscila solamente a una frecuencia de 2,5 Hz (18.000 A/h).
Este reloj posiciona atípicamente el pulsador del cronógrafo a las 12 en punto y, cuando se activa, la aguja trotadora comienza a girar a una velocidad sorprendente, dando una vuelta completa en tan solo un segundo. Las centésimas de segundo cronometradas se visualizan con la ayuda de una escala situada en el contorno de la esfera y las milésimas de segundo en una pequeña ventana que se encuentra bajo las 12 en punto. Según la marca, el precio de lanzamiento de este cronógrafo de alta frecuencia, limitado a 36 ejemplares, fue de 305.000 dólares. Sin embargo, en el mercado está disponible rondando los 230.000 euros.