Patek Philippe Perpetual Calendar

Una de las características de la marca Patek Philippe es, técnicamente hablando, el elevado grado y número de complicaciones de sus relojes. De hecho, casi ninguna otra casa es tan conocida por sus sofisticadas funciones. La mayoría de los relojes de bolsillo y de pulsera más complejos de la historia provienen de esta firma familiar. En 2014, Patek presentó el reloj más complicado hasta ahora lanzado en el mercado, el Grandmaster Chime.

Una de las funciones más apreciadas por los entusiastas de la relojería es el calendario perpetuo. Existe una gran selección de versiones del modelo Patek Philippe Perpetual Calendar. Su caja está disponible en platino, oro amarillo, blanco o rosa. Las primera ediciones ofrecían tamaños entre los 35 y los 37 mm, mientras que los actuales alcanzan los 38-39 mm. Algunos son clásicos y elegantes, otros ofrecen acentos más deportivos. No obstante, cada uno de ellos es perfecto para llevar con un traje.

Básicamente puede elegir entre tres versiones del Perpetual Calendar: una con una caja redonda y una aguja para la fecha; otra con una caja tipo cojín con una aguja para la función de la fecha; o la tercera con una caja redonda, fecha retrógrada y ventanas para los días de la semana y el mes. La primera y la segunda versión alojan el calibre de manufactura automático 240 Q que, gracias a su rotor descentrado, ofrece una construcción más plana. El tercer modelo equipa generalmente el calibre 324 S QR que, desde 2004, pone de manifiesto su alta precisión y eficiencia en numerosos relojes de la compañía.

El Patek Philippe Perpetual Calendar está disponible en varias versiones. Las primeras ediciones de cada serie permiten acceder al ámbito de los relojes lujo complicados de manera un poco más económica. Los ejemplares de los años 90 y 2000 presentan precios muy atractivos. Un reloj con la referencia 5039J de la década de 1990, en buen estado de conservación, cuesta alrededor de 30.000 euros. Las tres subesferas posicionadas a las 3, 6 y 9 en punto señalan la fecha, el día de la semana y el mes. Además, los totalizadores permiten visualizar el año bisiesto, la fase lunar y un indicador adicional de 24 horas. Este reloj de 35 mm de diámetro está provisto de asas finas, y añade un elaborado acabado en guilloché «Clous de Paris» en el bisel que le otorga ese carácter clásico y elegante.

Si prefiere un reloj más deportivo, le recomendamos la referencia 3940J. Este modelo también se fabricó en los 90 y su diseño es muy parecido al de su "reloj hermano". La única diferencia se encuentra en que su estilo resulta un poco más moderno y la caja que es un poco más grande —mide 36 mm—. Sin usar, este modelo ronda los 35.000 euros.

Técnicamente, las versiones actuales, como la referencia 5327G, casi no se diferencian de los modelos anteriores. Destacan por ofrecer una caja más grande de 39 mm y un nuevo diseño de esfera que aplica números en vez de índices. Los ejemplares nuevos cuestan aproximadamente 60.000 euros y los modelos usados rondan el rango de los 55.000 euros. La versión femenina 7140R de 35 mm engastada de diamantes se encuentra en la misma categoría de precio: los modelos usados alcanzan los 53.000 euros, mientras que los nuevos ascienden a los 63.000 euros.

Patek Philippe ofrece el Perpetual Calendar con una caja tipo cojín y un indicador de la fecha mediante aguja. La versión actual lleva la referencia 5940R, mide 37 mm y se fabrica en oro rosa. Tanto el diseño de la esfera como sus prestaciones técnicas se corresponden con las de referencia 5327. Además, su precio también oscila entre los 45.000 y los 55.000 euros. La edición anterior, referencia 5040R, es más asequible y cuesta entre 29.000 y 49.000 euros, dependiendo de su estado de conservación.

Los modelos con el número de referencia 5159 se distinguen por su estilo tradicional con sus numerales romanos y sus finas asas. Estos relojes están disponibles en oro blanco, amarillo o rosa de 18 quilates.

En el centro de la esfera se puede apreciar un exquisito grabado en guilloché y, sobre los números romanos para las horas, se visualizan números arábigos marcando los minutos. En la posición de las 6 en punto se encuentra un indicador de la fase lunar. A las 9 se coloca una ventana para el día, y a las 3 en punto está la ventana para el mes. Este reloj de 38 mm señala la fecha de forma retrógrada mediante una aguja. Posicionado debajo de las 12 horas se encuentra el indicador del año bisiesto. El fondo de cristal de zafiro permite contemplar el calibre 324 S QR, que a su vez está protegido por una tapa con bisagra. Los modelos usados cuestan cerca de 48.000 euros, mientras que los ejemplares nuevos alcanzan los 62.000 euros.

Lo mismo ocurre con la referencia 5059G si elige una de las primera ediciones de la serie. En buen estado de conservación, el precio de un ejemplar con una caja de 36 mm en oro blanco comienza en el rango de los 37.000 euros, y uno nuevo costaría 4.000 euros más. El modelo ref. 5160/500G es más exclusivo y sofisticado. Ofrece la mismas prestaciones técnicas que la referencia 5159, sin embargo, la caja de oro blanco, el bisel, las asas y la corona deslumbran con sus elaborados grabados a mano . La esfera sustituye los número arábigos por romanos. El precio de esta joya de relojería asciende a los 148.000 euros.

Patek Philippe es un verdadero especialista en el ámbito de la producción de cronógrafos. Sin duda, la casa ha demostrado en varias ocasiones su valía. Los modelos más destacados son aquellos que añaden un calendario perpetuo y una función de cronógrafo. La marca lanzó al mercado el primer Perpetual Calendar Chronograph en el año 1941, el reloj con número de referencia 1518 indicaba al anverso el día, la fecha, el mes y la fase lunar. Sin embargo, el cronógrafo aún no incluía un indicador del año bisiesto. De aquel reloj sumamente costoso se produjeron solo 281 ejemplares. Actualmente, este modelo es difícil de encontrar y, por lo tanto, se etiqueta como raro. Para adquirir un 1518, los coleccionistas tienen que estar preparados para dejar sobre la mesa alrededor de 300.000 euros. Otro modelo raro y deseado es el Perpetual Chronograph con la referencia 2499. El precio de esta rareza asciende al millón de euros.

Los modelos con la referencia 5208 de la colección actual se encuentran en la misma categoría de precio. Además del calendario perpetuo, añaden una función de cronógrafo y repetición de minutos. De esta manera, aúnan tres de las complicaciones más codiciadas en una sola caja. Los ejemplares usados cuestan cerca de 770.000 euros, mientras que los modelos nuevos alcanzan los 968.000 euros. La referencia 5207 prescinde del cronógrafo y ofrece un tourbillon por un precio que oscila entre los 540.000 y los 567.000 euros.

Los modelos actuales con la referencia 5204 están disponibles en oro rosa o platino. El reloj presenta un diámetro de 40 mm, por lo tanto se ajusta perfectamente a cualquier tipo de muñeca. La esfera es de color negro o plateado y los índices de oro están revestidos de una sustancia luminiscente que garantiza la legibilidad en entornos de poca luz. Las ventanas para el día y el mes se colocan a las 12 en punto. El pequeño segundero se posiciona a las 9 y el contador de 30 minutos a la altura de las 3. A las 6 se visualiza el indicador de la fase lunar y de la fecha. Entre las 4 y las 5 en punto se coloca la pequeña ventana del año bisiesto. Como se trata de un cronógrafo ratrapante, el reloj integra dos agujas trotadoras que permiten cronometrar tiempos parciales.

Bajo el término «complicación» se reúnen todo los tipos de funciones adicionales en un reloj mecánico. Es decir, todos aquellos "extras" que trascienden más allá de la función de indicar la hora, los minutos y los segundos. En el ámbito de la relojería se pueden diferenciar dos grupos de complicaciones: las pequeñas y las grandes. A las pequeñas funciones pertenecen, por ejemplo, la indicación de la fecha, el día de la semana y la fase lunar. Incluso el mecanismo de carga automática de un reloj de pulsera también se considera una complicación.

A las grandes complicaciones pertenecen, entre otras, la función de cronógrafo, la hora mundial y el calendario perpetuo (en inglés: perpetual calendar).

Patek Philippe presentó el primer reloj de pulsera con un calendario perpetuo en el año 1925. El movimiento de este ejemplar ya existía desde el año 1898. Originalmente, Patek lo desarrolló para montarlo en la caja de un reloj de bolsillo. La característica de este particular calendario consistía en que las agujas para el día y la fecha "saltaban" puntualmente de posición a media noche.

El calibre desapareció rápidamente ya que el complicado mecanismo no fue capaz de entusiasmar al público femenino. El cambio de siglo trajo consigo innovaciones, y a mediados de la década de los años veinte, los relojes de pulsera empezaron a jugar un papel mucho más importante en nuestra sociedad. Patek Philippe no desaprovechó la oportunidad y montó el calibre en un reloj de pulsera. Poco tiempo después, el reloj con número 97975, encontró un comprador. Hoy en día, dicha pieza tiene un precio incalculable.