Tudor Black Bay Fifty-Eight

La palabra Heritage, "legado" en castellano, nos desvela que Tudor es consciente de su tradición: en la colección Heritage Black Bay, Tudor lanza relojes regularmente que retoman elementos de diseño de modelos que se dejaron de producir hace décadas.

Cuando Tudor presentó el primer Black Bay de 41 mm de diámetro con la referencia 79230R en la feria Baselworld de 2011, la marca recibió la ovación del público especializado y sus clientes. El diseño atemporal y clásico de este reloj de buceo y las extraordinarias agujas "snowflake" gustaron a muchos entusiastas de los relojes. No obstante, este reloj y los dos modelos que le siguieron tenían una pega para muchos usuarios: la caja era demasiado gruesa y con un diámetro demasiado grande para muchas muñecas.

Tudor reaccionó a las exigencias del público presentando el Heritage Black Bay Fifty-Eight en la feria Baselworld de 2018. El diámetro de la caja se redujo de 41 mm a 39 mm, y la altura se disminuyó de 15 mm a unos 12 mm. La distancia entre asas también se redujo y pasó de tener 22 mm a tan solo 20 mm. De las asas superiores a las inferiores, se mantiene por debajo de los 50 mm. Estas medidas se corresponden con aquellas de los relojes de buceo clásicos de los años 50. Gracias a estas dimensiones más reducidas, el público con muñecas más estrechas también puede llevar, por fin, el Black Bay.

Debido a su éxito continuo, la manufactura ha ido sacando nuevas variantes del Black Bay Fifty-Eight desde 2020. La esfera y el bisel del Black Bay Fifty-Eight Navy Blue son de color azul, mientras que la caja del Fifty-Eight 925 está fabricada completamente de plata 925. A este modelo le siguió el Black Bay Fifty-Eight 18K, un modelo de oro de 18 quilates. Asimismo, aprovechando que el bronce se puso de moda hace un tiempo, Tudor lanzó un modelo de este material: el Black Bay Fifty-Eight Bronze.

En todos los Black Bay Fifty-Eight laten calibres de manufactura con certificado de cronómetro. A diferencia de los calibres del fabricante ETA, que Tudor solía utilizar hasta 2015, los calibres de manufactura de Tudor ofrecen una reserva de marcha de 70 horas. Otra característica común en todas las variantes del Black Bay Fifty-Eight es su resistencia al agua de 200 m (20 bar), así como su gran corona llamativa sin dispositivo de protección.

Puede iniciarse en la colección de Tudor Black Bay Fifty-Eight con la referencia M79030N-0003 de acero inoxidable, cuyo precio ronda los 3400 €. Por este dinero, puede hacerse con una variante con esfera negra y correa de tela. Por unos 200 € adicionales, puede comprar este mismo modelo con brazalete de acero inoxidable. Los modelos Black Bay Fifty-Eight Navy Blue con esfera azul también se mueven por el mismo rango de precios. En cambio, si prefiere un modelo en plata 925, deberá tener un presupuesto de aproximadamente 4500 €. La versión de bronce, con un precio de unos 5750 €, es algo más cara, pero no tanto como el Black Bay Fifty-Eight 18K de oro, que se vende por 14 500 €.

La caja del Tudor Black Bay Fifty-Eight M79030N está fabricada en acero inoxidable. La esfera negra mate luce índices en forma de punto en aplique que son sustituidos por índices tipo bastón a las 3, 6, y 9 horas, y por un triángulo a las 12 horas. La esfera está protegida por un cristal de zafiro abovedado, como todas las variantes de Fifty-Eight.

Esta referencia presenta unos colores bastantes clásicos. Los índices, las agujas, la minutería y todas las inscripciones son de color dorado, característica que recuerda a las esferas conocidas como "gilt dial", que Rolex y Tudor solían utilizar en sus relojes de buceo de los años 50. Tanto las agujas como los índices está rellenos de Superluminova blanca. La escala de 60 minutos de la inserción de aluminio negra del bisel también es dorada. A las 12 en punto, se ubica un triángulo rojo y una perla luminiscente; una reminiscencia más del modelo de la década de 1950 en el que se inspira.

El brazalete de acero inoxidable de la referencia M79030N-0001 presenta una estética clásica Oyster de tres filas. Este modelo, además, incorpora remaches en la pulsera que sobresalen en el exterior de la misma. Aunque antes los remaches sí servían para unir los eslabones, en el Black Bay Fifty-Eight son elementos meramente decorativos. Como es típico en los relojes modernos, el brazalete actual dispone de eslabones atornillados.

Los precios de los Tudor Heritage Black Bay Fifty-Eight de acero inoxidable en Chrono24 son los siguientes: para un reloj sin estrenar con brazalete de acero inoxidable, deberá planear un presupuesto de unos 3600 €. Si quiere una correa de piel, le recomendamos la referencia M79030N-0002. Esta variante puede obtenerse sin estrenar por precios ligeramente superiores a los 3200 €. La referencia M79030N-0003, con correa de tela, cuesta sin estrenar aproximadamente 3400 €.

Si le gusta el tamaño y el diseño del Black Bay Fifty-Eight negro, pero prefiere el color azul, le gustará la variante Navy Blue (ref. M79030B). Las características técnicas de este reloj son idénticas a las de la versión en negro; sin embargo, en este modelo la esfera y el bisel son de color azul. El Black Bay Fifty-Eight Navy Blue está disponible con un brazalete de acero inoxidable o con una correa textil azul. El precio del primer modelo asciende, sin estrenar, a unos 3600 €, mientras que el reloj con correa textil cuesta alrededor de 3400 €.

Black Bay Fifty-Eight de plata u oro

Tudor presentó a principios de 2021 dos versiones del Black Bay Fifty-Eight fabricadas en metales nobles. La referencia M79010SG está fabricada de plata 925 e incorpora un fondo de la caja de cristal de zafiro. En su interior late el calibre de manufactura MT5400, que dota al reloj de una autonomía de 70 horas. En la esfera y el bisel predomina el gris topo. Los índices y los marcadores del bisel son de color blanco y contrastan discretamente con el color general del reloj. Puede elegir si prefiere el Black Bay Fifty-Eight con una correa gris topo de piel o de tela. Independientemente del material de la pulsera, este reloj cuesta alrededor de 4500 € en Chrono24.

La caja de la referencia M79018V está fabricada en oro amarillo de 18 quilates y luce un acabado satinado discreto. Tudor dota también a este modelo de un fondo de cristal de zafiro que permite observar el calibre de manufactura MT5400 de su interior. La esfera y el bisel del Black Bay Fifty-Eight 18K son de color verde. Este modelo viene con una correa marrón de piel de aligátor y con una correa de tela adicional. El precio de este reloj ronda los 14 900 €.

Precio del Black Bay Fifty-Eight Bronze

Los relojes de bronce están de moda desde hace ya algún tiempo. Estos modelos destacan porque el bronce desarrolla una pátina única con el transcurso del tiempo. A mediados de 2021, Tudor presentó la referencia M79012M, su primer Black Bay Fifty-Eight fabricado en este material. Tudor emplea una aleación de bronce y aluminio, que, según el fabricante, no envejece tan rápidamente ni desarrolla un tono verdoso. La esfera y el bisel lucen un tono cálido al que Tudor denomina "marrón bronce". El diseño de la esfera es ligeramente diferente al del resto de versiones del Black Bay Fifty-Eight. Así pues, esta presenta números arábigos a las 3, 6 y 9 horas, en vez de los típicos índices de bastón.

Su brazalete, también de bronce, tiene tres filas de eslabones e incorpora un cierre plegable nuevo que permite un ajuste rápido en cuatro tramos de 2 mm. Como en el Black Bay Fifty-Eight 18k, Tudor equipa a la variante de bronce con una correa de tela a juego.

El eficaz calibre de manufactura MT5400 con 70 horas de reserva de marcha late en el interior del Black Bay Fifty-Eight Bronze. El precio de este reloj ronda los 5750 €.

El calibre de manufactura de cuerda automática MT5402 es una versión más fina del MT5602, que marca el ritmo en la variante de 41 mm del Black Bay. La sigla "MT" proviene de "Manufacture Tudor". Este movimiento marca las horas, minutos y segundos mediante manecillas centrales. El calibre MT5402, dotado de 27 joyas, oscila a 28 800 alternancias por hora (A/h) y posee un certificado de cronometría otorgado por el Control Oficial de Pruebas de Cronómetros Suizos (COSC), lo que demuestra su elevada precisión. Asimismo, ofrece una autonomía de 70 horas.