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Relojes de piloto: funcionalidad para las más altas exigencias
Los relojes de piloto no son solo instrumentos de precisión, sino también accesorios de moda. Originalmente diseñados para los aviadores, han logrado convertirse en un tipo de reloj popular. Entre las casas más prestigiosos destacan Breitling y IWC.
Aquí encontrará información sobre:
- 5 razones para comprar un reloj de aviador
- Del cockpit al escritorio
- ¿Cuanto cuesta un reloj de aviador?
- Precios detallados
- Relojes de piloto especiales
- Los relojes de aviador más populares
- El significado histórico de los reloj de aviador
- IWC Mark XI: el reloj de culto para pilotos
- Relojes de piloto: el nuevo estándar DIN 8330
5 razones para comprar un reloj de aviador
- Excelente legibilidad tanto de día como de noche
- IWC Mark XI ofrece el diseño típico de un reloj de piloto y se presentan como icono
- Breitling Navitimer, el cronógrafo de culto con regla de cálculo
- Modelos de marca usados disponibles por menos de 1.000 euros
- Algunos modelos de Sinn y Stowa son relojes de aviador certificados
Del cockpit al escritorio
Grandes, legibles y funcionales. Estos adjetivos son los que mejor describen los relojes de aviador. Estos populares relojes encuentran sus raíces en el ámbito militar, por lo tanto, priorizan legibilidad y funcionalidad sobre aspecto: Form follows function (la forma sigue la función). Actualmente, son unos de los relojes más populares que fascinan tanto a pilotos como al público en general.
Gracias a su diseño simple, los relojes de piloto son extraordinariamente legibles. La esfera suele ser negra, mientras que las agujas y los marcadores blancos y están recubiertos de lumen. Esto garantiza una legibilidad óptima, incluso en condiciones de poca luz.
Desde el 2012 existe un estándar común para los relojes de aviador. Las marcas alemanas como Sinn o Stowa certifican sus relojes de piloto de acuerdo con esta normativa y, por lo tanto, garantizan la fiabilidad de sus piezas incluso en condiciones extremas.
Breitling e IWC son las marcas suizas de relojes de aviador más populares. Relojes como el Breitling Navitimer o el IWC Mark XI son conocidos en todo el mundo. El diseño del IWC Mark XI ha servido de inspiración para innumerables modelos del mismo tipo. El cronógrafo Navitimer pasó a la historia de la relojería con su bisel de regla de cálculo. Este elemento permite calcular la velocidad del consumo de queroseno, así como la ganancia y pérdida de altura, además de otros cálculos matemáticos.
¿Cuanto cuesta un reloj de aviador?
Modelo | Precio (aprox.) | Tamaño en mm | Funciones |
Rolex GMT-Master II Pepsi | 18.600 € | 40 | GMT |
Rolex GMT-Master II Batman | 9.600 € | 40 | GMT |
IWC Mark XI (Vintage) | 6.600 € | 36 | – |
Breitling Chronomat 44 GMT | 6.600 € | 44 | Cronógrafo, GMT |
Breitling Navitimer 01 | 5.200 € | 43 | Cronógrafo, regla de cálculo, fecha |
IWC Pilot’s Watch Chronograph | 4.000 € | 43 | Cronógrafo, Day-Date |
IWC Pilot’s Watch Mark XVIII | 3.900 € | 40 | Fecha |
Sinn 103 Ti UTC TESTAF | 2.800 € | 41 | Cronógrafo, GMT, fecha |
Precios detallados
Si desea comprar un reloj de aviador, el mercado le ofrece una amplia selección de modelos de diversas marcas. Esta gran oferta presenta modelos adecuados para todos los presupuestos. Los relojes más asequibles se encuentran por menos de 1.000 euros. Por ejemplo, el Breitling Aerospace dispone de agarres (o caballeros) en los cuartos horarios —el elemento característico de la casa—. En su interior se aloja un movimiento de cuarzo altamente preciso. Este reloj multifunción cuesta alrededor de 800 euros. También el Breitling Chronomat están disponible en el mercado de segunda mano por menos de 1.000 euros.
Entre 1.000 y 2.500 euros puede encontrar un gran número de relojes Breitling de segunda mano. La marca francesa Bell & Ross también ofrece modelos en este rango de precio. En el mercado de ocasión, los cronógrafos de piloto de la casa IWC cuestan alrededor de 2.000 euros, mientras que los relojes de tres agujas están disponibles por menos de esta cifra. Cabe destacar que los cronógrafos IWC en buen estado pueden superar los 2.500 euros.
El modelo 857 UTC de Sinn está disponible con o sin certificado de reloj de aviador. El precio de las dos versiones es el mismo. Un ejemplar en estado nuevo cuesta alrededor de 1.900 euros, el cronógrafo Sinn 103 Ti TESTAF ronda los 2.600 euros y los relojes nuevos con una función de cronógrafo y GMT alcanzan los 2.800 euros.
En la categoría de precio hasta los 10.000 euros se encuentra el GMT-Master de Rolex. La manufactura suiza desarrolló este reloj GMT para satisfacer las exigencias de los pilotos comerciales a mediados de los años cincuenta. La aerolínea norteamericana Pan American World Airways (Pan Am) hizo del GMT-Master el reloj oficial al servicio de la compañía.
Uno de los modelos más populares es el GMT-Master II con un bisel de cerámica que combina los colores azul y negro, también conocido como Batman. Un modelo nuevo cuesta cerca de 9.600 euros, mientras que los relojes usados cuestan algunos cientos de euros menos. Presentando en la feria Baselworld 2018, el precio del GMT-Master II Pepsi referencia 126710BLRO asciende a los 18.000 euros. Su precio oficial de catálogo es de unos 8.400 euros.
Relojes de piloto especiales
Como hemos mencionado, los relojes de aviador se distinguen por su excelente legibilidad. Por lo general, cuentan con esferas negras y marcadores blancos, así como agujas de gran tamaño. Además, las agujas y los marcadores están recubiertos de lumen para que brillen en la oscuridad. La mayoría de los modelos incluyen un marcador triangular a las 12 en punto, índices para los minutos y números arábigos para las horas, que facilitan la medición del paso del tiempo.
Muchos relojes de aviador incluyen una función de cronógrafo o, también, un cronógrafo flyback. Por ejemplo, el Heuer Bund, un reloj producido por Heuer a finales de la década de 1960 para el ejército alemán, es un modelo codiciado por lo coleccionistas y en sí, un reloj vintage que se encuentra en el mercado a un precio asequible. Este cronógrafo de aviador ronda los 5.000 euros.
Los relojes de aviador más populares
El Breitling Navitimer es uno de los relojes de aviador más conocidos y populares. Este icónico cronógrafo presenta un bisel con una regla de cálculo que permite realizar cálculos matemáticos. El Navitimer también está disponible con el calibre de manufactura Breitling 01 que cuenta con 70 horas de autonomía. Esta versión de 46 mm ofrece excelente legibilidad. Los modelos más destacados están provistos de un calibre de manufactura con una función de cronógrafo ratrapante para calcular tiempos parciales. El Navitimer está disponible en acero inoxidable, oro o una combinación de estos dos materiales.
Los relojes de piloto de IWC también son algunos de los más demandados en el mercado. Su diseño sentó las bases del estilo de los relojes de este tipo. Los modelos retro Big Pilot's Heritage están inspirados en los relojes de aviador históricos. La edición de 48 mm es particularmente grande y legible. Y, gracias a que incluye coronas de gran tamaño, facilita la comodidad de uso. Además de los relojes de tres agujas, la línea de relojes de aviado IWC también presenta cronógrafo.
La marca alemana Tutima también es conocida por sus relojes de piloto. Al igual que Heuer, Tutima ha producido cronógrafos de aviador para el uso militar. Estos relojes son particularmente raros, poco conocidos y, por lo tanto, muy interesantes para los coleccionistas. Estos relojes militares están disponibles en acero o titanio. Por supuesto, la versión de titanio pesa menos. La caja del Tutima Military Chronograph es totalmente redonda, de esta manera, garantiza que el piloto no se haga daño con el reloj en el momento de enfrentarse a situaciones extremas. Además, por motivos de seguridad, los pulsadores se integran a la caja del reloj. En su interior late el calibre 5100 de Lémania. Se trata de un movimiento con una función de cronógrafo que es toda una rareza en el mercado. La versión de titanio cuesta alrededor de 2.300 euros, mientras que el reloj de acero es más asequible y ronda los 2.000 euros.
El significado histórico de los reloj de aviador
El modelo Cartier Santos se considera uno de los primeros relojes de piloto de la historia. En el año 1904, Louis Cartier desarrolló este modelo con una caja cuadrada para el brasileño y pionero de la aviación, Alberto Santos Dumont. Dos años después, Dumont realizó el primer vuelo de la historia con un avión motorizado. Durante sus vuelos, el piloto siempre llevó el Santos ceñido a la muñeca. Solo de esta manera le fue posible mantener las manos en la palanca (volante) y, a la vez, controlar el tiempo.
Las raíces de los relojes de aviador actuales se remontan a los días de los relojes de bolsillo, específicamente en la época de auge de los relojes de observador del ámbito de la navegación marítima. Entre los coleccionistas, este tipo de relojes se conocen como B-Uhren (término alemán). Sin embargo, en el Reino Unido se les llama Deck Watches y en francés recibieron el nombre de chronomètre de bord. Todos estos términos definen el mismo tipo de reloj: un reloj de bolsillo que complementa las funciones del los cronómetros marinos. Estos estaban montados sobre un cardán articulado en torno a tres ejes. Solo de esta manera era posible mantener la esfera en la parte superior en los momentos de fuerte oleaje. Los marineros necesitaban estos cronómetros de alta precisión para determinar con mayor exactitud su posición. Además, para las largas travesías era indispensable contar con instrumentos fiables y precisos para la navegación.
Los oficiales a bordo sincronizaban sus B-Uhren con el cronómetro marino. Luego subían a cubierta y, con la ayuda de un sextante, establecían la posición del barco. Los relojes de observador disponían de un mecanismo de alta precisión. Sin embargo, los grandes cambios de temperatura y las diferentes posiciones afectaban negativamente el reloj. En este sentido, los Cronómetros marinos eran mucho más precisos.
A principios del siglo XX, los primero pilotos empezaron a necesitar de instrumentos especializados y comenzaron a utilizar los B-Uhren. La caja de los relojes observatorio cuentan con anillas por las que se introducían gruesas correas de cuero. De esta manera, era posible ceñir el reloj a la chaqueta en el brazo. También se caracterizaban por integrar coronas de gran tamaño. Esto permitía ajustar el reloj incluso con guantes.
Años más tarde, los B-Uhren adquirieron el diseño característico de los relojes de piloto. La esfera de color negro y los índices amarillos se establecieron como elementos estéticos típicos de este tipo de relojes. El tono negro de la esfera ofrecía una perfecta legibilidad durante el atardecer y en la noche. El material luminiscente que se utilizó a principios del siglo XX fue el radio (elemento químico radioactivo). Actualmente, los fabricantes recubren diversas piezas de los relojes con la sustancia Superluminova (no radioactiva).
Incluso en aquella época, la mayoría de los relojes de aviador disponían de un mecanismo de parada de segundero . Este sistema permitía ajustar el reloj de manera mucho más precisa, facilitando así una navegación fiable. Entre las compañías alemanas más importantes en este ámbito destacan A. Lange & Söhne. Esta casa, originaria de Glashütte, produjo relojes de piloto durante la Segunda Guerra Mundial que se dirigieron de manera exclusiva a los militares. Por este motivo, actualmente, este tipo de relojes son verdaderas rarezas. Los cronógrafos de piloto también son otras piezas excepcionales producidas por firmas como Tutima o Junghans. Estos relojes con función de cronómetro alojaban movimientos originarios de Glashütte. En total existen solo entre 300 y 400 ejemplares de la década de 1930 y 1940. A día de hoy, estos exclusivos relojes vintage suelen superar los 30.000 euros en el mercado.
Las características históricas más destacadas
- El origen se remonta a los relojes del Observatorio Marítimo Alemán (B-Uhren)
- Los B-Uhren con anillas y correas de cuero fueron los primeros relojes de aviador
- El primer reloj de pulsera para el ámbito de la aviación fue el Cartier Santos
- A. Lange & Söhne fue uno de los fabricantes más importantes de relojes de aviador alemanes (Fliegeruhren)
IWC Mark XI: el reloj de culto para pilotos
Uno de los clásicos es el IWC Mark XI. Este reloj de la firma suiza IWC se desarrolló a finales de la década de 1940. El Mark XI era una versión pequeña del Mark X y, durante 30 años sirvió a innumerables ejércitos del aire a nivel mundial. Este reloj de cuerda manual y estética sencilla, no contaba con una función de cronógrafo. Por lo tanto, era un ejemplar relativamente asequible que costaba alrededor de 350 francos suizos. Actualmente, su precio ronda los 5.000 - 9.000 euros. Este legendario modelo se distingue por dotar una esfera de color negro, índices claros y luminiscentes, así como un triángulo sobre la posición de las 12 horas. Hoy en día, algunas casas como Fortis fabrican relojes con el mismo estilo sobrio.
Relojes de piloto: el nuevo estándar DIN 8330
Desde inicios de 2016 existe una certificación oficial para los relojes de aviador: "DIN 8330: la técnica de medición del tiempo - Relojes de piloto". La casa alemana Sinn Spezialuhren participó en el proceso de desarrollo de esta certificación. En el año 2013, el Instituto Alemán de Normalización DIN (Deutsche Institut für Normung ) decidió establecer esta nueva regulación. Su desarrollo se basó en la estandarización técnica para los relojes de piloto (TESTAF) y se orientó a los desafíos de la aviación moderna. El departamento de ingeniería aeroespacial de la universidad de Aachen y la casa relojera Sinn Spezialuhren crearon la certificación TESTAF en 2012. De acuerdo a los criterios de la norma DIN 8330, un reloj de pulsera para la aviación debe ser capaz de reemplazar los instrumentos a bordo de la cabina del avión. Además, tiene que ser compatible con los instrumentos de vuelo, no debe constituir ningún peligro para los aviones o los pilotos y tiene que ser capaz de soportar el estrés físico de las operaciones de vuelo.
La norma DIN 8330 diferencia entre las reglas de vuelo visual (VFR) y las reglas de vuelo instrumental (IFR). Es decir, la principal diferencia consiste en que los relojes con una certificación IFR disponen de una función de cronómetro. Por lo tanto, se trata de cronógrafos. Los relojes que consideran las normas VFR integran un indicador de 12 horas, así como uno de 60 minutos. El segundero debe contar con un mecanismo de parada, un bisel giratorio bidireccional y marcadores, así como muescas en el anillo para los minutos. La esfera no debe medir menos de 27 mm y, junto con el fondo de la escala, debe lucir un tono negro mate. Los relojes de piloto deben ofrecer una excelente legibilidad tanto de día como de noche. Para ello y, según la norma DIN, los índices horarios y el triángulo de orientación sobre el bisel, así como las agujas centrales, deben estar revestidos de una sustancia luminosa. Estos tienen que brillar al menos durante tres horas.
La norma DIN 8330 estipula que los relojes de piloto y sus elementos relacionados con el control deben ser capaces de funcionar en temperaturas de entre -15ºC y +55ºC. Además, se comprueba su resistencia a los golpes simulando una caída libre a una distancia de un metro de altura sobre una plataforma de madera. Su hermeticidad se verifica de acuerdo a la norma DIN 8310. Asimismo, los relojes se someten a pruebas adicionales de precisión, la robustez de las asas, su resistencia ante los campos magnéticos, así como otra serie de tests. Para finalizar la certificación, la capacidad de funcionamiento de los relojes no debe verse afectada. De la misma manera, tampoco pueden presentar daños externos.