Wempe

Los relojes de Wempe Glashütte destacan por ofrecer la mejor precisión y una calidad excepcional. El fabricante de relojes de la pequeña localidad sajona de Glashütte se especializa en cronómetros y cuenta con una larga tradición en la manufactura de estos relojes de la más alta precisión. La manufactura certifica como cronómetros en Alemania cada uno de sus relojes.

Los relojes de pulsera de Wempe se dividen en dos colecciones: Chronometerwerke y Zeitmeister. Esta última alberga relojes deportivos pero elegantes con movimientos suizos. Wempe Glashütte modifica cada uno de estos movimientos y los equipa con un sistema regulador propio. Dependiendo del calibre, se le añaden otras funciones adicionales, como, por ejemplo, el mecanismo de parada de segundero. Asimismo, esta colección incluye cronógrafos, relojes de aviador y de buceo. También pueden adquirirse relojes de mujer con movimiento de cuarzo.

En el interior de los relojes de lujo de la serie Chronometerwerke laten únicamente movimientos de manufactura. El modelo destacado de esta colección es el reloj con forma de tonel con tourbillon fabricado en platino. El calibre CW 1 ha sido desarrollado por Wempe con la colaboración de la manufactura de relojes de Glashütte NOMOS. Este calibre se caracteriza por su platina de tres cuartos con decoración a rayas típica de Glashütte, y por su puente del volante grabado a mano. Además, en el movimiento se pueden distinguir otros detalles como tornillos azulados, chatones de oro, un regulador de cuello de cisne, así como un volante con tornillo.

En la colección Chronometerwerke se encuentran las obras maestras de Wempe. Estos relojes manufacturados son clásicos en cuanto al diseño e incorporan solamente lo esencial. Así pues, el modelo con pequeño segundero tan solo tiene tres agujas y marcadores finos tipo bastón. La subesfera para el segundero descentrado se ubica en la posición de las 6. Este reloj está disponible en acero inoxidable u oro de 18 quilates. En su interior late el calibre de manufactura CW3.1 de carga manual. Gracias al mecanismo de parada de segundero, este cronómetro se puede ajustar al segundo exacto. El precio de catálogo de la variante de acero inoxidable es de 5950 €; la versión de oro cuesta oficialmente 12 450 €.

El modelo Wempe Chronometerwerke Power Reserve añade un indicador de reserva de marcha al reloj de cuerda manual con pequeño segundero. Este indicador, ubicado a las 12, le muestra la cuerda que le queda al reloj. Este movimiento tiene una autonomía de unas 42 horas. El pequeño segundero está en la posición de las 6. Este reloj de lujo está disponible en acero inoxidable y oro de 18 quilates. En las versiones con esferas claras, puede eligir entre marcadores tipo bastón, números arábigos o romanos. El precio de las versiones de acero inoxidable ronda los 6000 €, mientras que el precio oficial de las versiones en oro asciende a los 14 000 €.

Actualmente, Wempe Glashütte ofrece también un reloj automático en la colección Chronometerwerke. Este es redondo, de acero u oro y tiene un diámetro de 41 mm. La esfera con minutería tipo "chemin de fer" y marcadores aplicados tiene un aspecto ordenado y elegante. Las agujas en forma de hoja resaltan el carácter elegante de este reloj. El calibre de manufactura CW4 impulsa este reloj, y por supuesto, en este movimiento no podían faltar la típica platina de tres cuartos de Glashütte, los tornillos azulados y los componentes con acabados refinados. En este movimiento destaca visualmente el rotor descentrado, que se encarga de cargar la reserva de energía del reloj. Este reloj automático en acero inoxidable cuesta unos 7000 €. Si quiere adquirir un modelo de oro entonces deberá tener preparados unos 15 000 €.

Limitado a tan solo 25 ejemplares, el reloj tourbillon de Wempe se presenta como la obra maestra de la marca. Recordemos que en los relojes de este tipo se encuentra una jaula giratoria en la que se aloja el sistema de oscilación y escape del reloj. Girando de manera completa una vez por minuto, el tourbillon se encarga de compensar los efectos negativos de la gravedad sobre el mecanismo del reloj. El modelo tourbillon de Wempe presenta una caja de platino 950, una esfera plateada con números arábigos posicionados a las 3, 9 y 12 horas. El tourbillon se visualiza sobre las seis en punto y se puede contemplar a través de un cristal de zafiro por ambas caras. La reserva de marcha es de aproximadamente 40 horas. La caja del reloj luce una forma tonneau —tipo tonel— y mide 51 mm x 40.90 mm x 13.70 mm.

Si le entusiasman los relojes de forma tonneau y quiere prescindir del tourbillon, el Wempe Chronometerwerke XL es una buena alternativa. Este modelo está disponible en acero inoxidable y oro. Desde el reverso se puede admirar el calibre de manufactura CW1, que, gracias a un doble barrilete, ofrece una autonomía de 80 horas. Wempe desarrolló este calibre en colaboración con NOMOS. Los precios oficiales del Chronometerwerke XL rondan los 4250 € de la variante de acero, y los 9850 € de las variantes de oro amarillo.

La colección Zeitmeister destaca por ofrecer cronómetros con una relación calidad-precio excelente . Wempe propone una serie variada que satisface todo tipo de gustos. Los modelos más económicos son lo que alojan un mecanismo de cuarzo, mucho más precisos que los relojes mecánicos. La serie de relojes de cuarzo se compone principalmente de modelos femeninos fabricados en acero inoxidable con una correa de cuero o un brazalete de metal. No obstante, la casa también ofrece relojes dorados con brillantes y cajas de 31 o 38 mm. Los relojes de cuarzo más baratos se pueden conseguir por menos de 1000 €.

Los modelos más destacados de la colección Zeitmeister son los relojes automáticos con una función de cronógrafo . Wempe apuesta por el calibre ETA Valjoux 7753, una modificación del 7750. El ETA Valjoux 7750 es, sin duda, el movimiento cronógrafo automático más exitoso de la historia de la relojería. En el calibre 7753, el contador de minutos se encuentra a las tres en punto y no a las doce como en el 7750.

Wempe también aloja el ETA Valjoux 7751 en alguno de sus modelos. Este movimiento no solo cuenta con una función de cronógrafo, también dispone de un indicador de las fases lunares y un calendario completo. Es decir, un calendario con el día, la fecha y mes actual. Los meses con menos de 31 días —cinco meses al año— necesitan ser ajustados de manera manual. En el calibre 7751, la corrección se lleva a cabo mediante la corona y el ajuste rápido. En términos de diseño, los cronógrafos Wempe lucen deportivos y elegantes. La casa combina materiales clásicos como las correas de cocodrilo con elementos deportivos como las escalas taquimétricas. Con ellas es posible calcular la velocidad media en una distancia determinada.

El Wempe Zeitmeister Sport Chronograph luce también una escala taquimétrica, aunque viene con un brazalete articulado de acero inoxidable. En cuanto al color de las esferas, podrá elegir entre plateado y negro. La caja se mantiene hermética hasta los 100 m de profundidad (10 bar). El precio de catálogo de este cronómetro es 2975 €. Si considera más importante que el reloj tenga un bisel de submarinismo unidireccional y sea hermético hasta los 300 m (30 bar), échele un vistazo al Wempe Zeitmeister Sport Diver's Chronograph . En su interior late el calibre de Sellita SW500, que es casi idéntico al Valjoux 7750. El bisel de este modelo es de cerámica, lo cual lo hace especialmente resistente a los arañazos. Este cronógrafo de buceo tiene un diámetro de 45 mm y cuesta oficialmente 3375 €.

En la colección Zeitmeister también hay espacio para los relojes de aviador. Estos lucen una esfera negra con agujas e índices luminiscentes y números arábigos, por lo que es fácil leer la hora en la oscuridad. El modelo destacado de la serie está fabricado en cerámica, tiene 44 m de diámetro e incorpora función de cronógrafo. El calibre Valjoux 7753 impulsa este reloj. El precio oficial del reloj de piloto completamente negro ronda los 3600 €.

La variante de acero inoxidable tiene un diámetro de 42 mm y cuesta solamente 2175 €. También está disponible una versión con una caja de acero inoxidable de 45 mm, el Zeitmeister Aviator Watch Chronograph XL. El encargado de proporcional la energía a este reloj es, en este caso, el calibre de ETA A.07.211. El precio oficial de este reloj ronda los 2500 €.

Los modelos más asequibles son los relojes de aviador con 3 agujas. La variante de 38 mm con indicador de la fecha y calibre automático cuesta solo 1400 €. Su hermano mayor, con caja de acero inoxidable de 45 mm, cuesta unos 700 € más.

Wempe Glashütte fabrica también relojes con complicaciones. El modelo más destacable tiene función de cronómetro, indicador de fase lunar y calendario. El movimiento que alberga en su interior es el ETA Valjoux 7751. El reloj de acero inoxidable está disponible con correa de piel de cocodrilo o brazalete de acero. Ambas variantes cuestan unos 3500 €.

El Wempe Zeitmeister World Time es una opción interesante para los viajeros empedernidos. Este modelo muestra 24 zonas horarias en un anillo al borde de la esfera. Al centro de esta, se encuentra un disco giratorio de 24 horas. Si quiere conseguir uno de estos relojes en acero inoxidable deberá invertir 1850 €.

La firma de joyería y relojería Wempe cuenta con una larga tradición en el ámbito del cronometraje de precisión. En el año 1938, la compañía adquirió la firma Hamburger Chronometerwerke GmbH ; una empresa fundada en 1905 por armadores de Bremen y Hamburgo, cuyo objetivo se centró en producir sus propio cronómetros marinos e independizarse del mercado inglés.

En aquella época, Gran Bretaña era uno de los fabricantes más importantes de cronómetros marinos. Con el fin de determinar las rutas de navegación, los marineros necesitaban instrumentos de alta precisión. Hasta el siglo XVIII, los errores y accidentes de navegación eran más que comunes. Sin embargo, esto cambió en 1759 cuando el británico John Harrison desarrolló el primer cronómetro que permitió determinar la longitud y, por lo tanto, la posición exacta.

Con la adquisición de la firma Hamburger Chronometerwerke GmbH, Wempe empezó a fabricar sus propios cronómetros. Poco después inició una estrecha colaboración con Otto Lange, nieto de Ferdinand Adolph Lange, pionero en el desarrollo de la industria relojera en la localidad alemana de Glashütte. Wempe y Lange tenían como objetivo fundar y establecer un centro de investigación y formación en el observatorio de Glashütte . Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial y la posterior división de Alemania impidieron la realización de este plan.

En el año 2006, Wempe fundó, en colaboración con la oficina regional para asuntos de protección al consumidor de Turingia y la Oficina sajona de pesos y medidas, el primer —y único— centro alemán independiente de certificación de cronómetros. Desde ese mismo año, la firma también empezó a fabricar los relojes de la colección Chronometerwerke y Zeitmeister en el observatorio astronómico de Glashütte. Además, la compañía también cuenta con un centro de reparación y mantenimiento de relojes de las marcas más importantes en un taller ubicado al lado del edificio principal. De hecho, este taller es actualmente el más grande de Europa.

La certificación alemana de cronómetros se regula mediante la norma DIN 8319. El rango de tolerancia para los relojes mecánicos es el mismo que exige el COSC en Suiza y la norma ISO 3159. Sin embargo la diferencia clave se encuentra en el tipo de procedimientos: mientras que Suiza solo realiza una certificación del movimiento en sí, Alemania comprueba de manera general y completa el reloj .

Los criterios de la norma DIN 8319 exigen que los relojes sean sometidos a diversas posiciones y pruebas a lo largo de 15 días: con la esfera hacia arriba, la esfera hacia abajo, la corona a la izquierda, la corona arriba y la corona abajo. Durante este periodo de tiempo deben soportar temperaturas de 23 °C, 8 C y 38 °C, así como a un 50% de humedad. En estas pruebas, el margen de error no puede exceder los -4 / + 6 segundos. Después de 24 horas, se mide el grado de precisión y una máquina se encarga de dar cuerda al movimiento. Si los relojes integran alguna complicación, estas se activan al décimo día de las pruebas. De esta manera, el centro de certificación puede comprobar de qué forma afectan las complicaciones a la precisión del reloj.

La historia de la casa alemana Wempe se remonta al año 1878 cuando Gerhard D. Wempe instaló un pequeño taller en el norte de Alemania en el que también vendía relojes de segunda mano. Desde el principio Gerhard prestó especial atención a la decoración de su tienda. El esmero y especial cuidado de los escaparates atrajo a más clientes, logrando así destacar frente a la competencia. Su éxito le valió para ganarse el apodo de "Gülden Gerd" (Gerd de oro). Actualmente, la marca continúa distinguiéndose por ofrecer a los clientes tiendas con un estilo único y escaparates exquisitamente adornados.

En el año 1894, Wempe abrió una segunda tienda en Oldenburg. Ese mismo año, realizó un viaje a Suiza, y más tarde empezó a vender relojes mucho más exclusivos. Trece años después, abrió una tienda en Hamburgo, donde actualmente se encuentra la sede principal de la compañía familiar.

Tras la muerte de Gerhard D. Wempe en 1921, su hijo Herbert Wempe tomó las riendas de la firma. Siguiendo la filosofía de su padre, Herbert invirtió en el futuro y concedió a todas las filiales un diseño interior y exterior homogéneo. De esta manera impulsó la creación de la identidad corporativa. Un concepto que era extremadamente inusual en la década de 1920. La casa también empezó a apostar fuertemente por un servicio de atención al cliente excepcional. A día de hoy, Wempe ha logrado especializarse en la reparación de relojes de las marcas más prestigiosas del mercado como A. Lange & Söhne, Rolex o Patek Philippe.

En 1963 Hellmut Wempe tomó el relevo de la dirección de la empresa. Bajo su gerencia, la compañía creció y se convirtió en una empresa internacional con más de 29 sucursales. Además de los puntos de venta en Berlín, Frankfurt y Colonia, la marca también abrió una boutique en la Quinta Avenida de Nueva York. Después de conquistar Norteamérica siguió París, Londres, Viena y Madrid. Por si fuera poco, la firma cuenta incluso con una boutique a bordo del crucero "MS Europa".