La función de alarma en un reloj mecánico es una de las complicaciones más prácticas y encantadoras que existen. Y, sin embargo, solo unos pocos entusiastas la tienen en mente (o en la muñeca).
Lo mismo se aplica a las manufacturas relojeras. Ya no quedan muchas con un despertador de pulsera en su colección actual, lo cual es una pena. Al fin y al cabo, en la vida cotidiana esta función debería resultar útil mucho más a menudo que la popular función GMT que casi cualquier fabricante de relojes parece ofrecer en la actualidad.
Pero esto no siempre ha sido así: a finales de los años 40, hubo toda una explosión de despertadores de pulsera. Varios presidentes de EE. UU. apostaron por esta práctica alarma en el brazo para recordarles su próxima cita. Con la irrupción de los relojes de cuarzo, el zumbido mecánico tuvo que dejar paso al pitido digital. Se estaba quedando anticuado.
Pero quizá haya llegado el momento de resucitar esta complicación. Para algunos, en cuestión de utilidad y en el día a día debería encontrarse en segundo lugar, directamente después de la función de día o fecha y del cronógrafo. Así pues, echemos un vistazo a la historia de esta interesante, si bien infravalorada, complicación.
La historia del despertador de pulsera: hitos principales
En el año 1908, Eterna sentó las bases con la patente n.º 42203, que permitió a este fabricante de relojes suizo presentar un reloj de pulsera mecánico con función de alarma por primera vez en 1914. Lamentablemente, estos relojes no disfrutaron de un éxito demasiado grande. Por un lado, al parecer, eran muy propensos a fallos, y por otro lado, en aquellos momentos se preferían los relojes de bolsillo. Tuvieron que pasar varias décadas hasta que, en 1947, Vulcain lanzó el primer reloj de pulsera mecánico popular, con cuerda manual y dos barriletes: el Cricket.
El Cricket recibió su nombre de los sonidos metálicos que hace la alarma mecánica («cricket» significa «grillo» en inglés). La popularidad del reloj aumentó, ante todo, gracias a los presidentes estadounidenses Dwight D. Eisenhower, Harry S. Truman, Richard Nixon y Lyndon B. Johnson. Todos ellos tuvieron este modelo y se lo ciñeron a la muñeca con regularidad. A modo de publicidad, recibió el apodo de «el reloj del presidente». Hasta la fecha, casi todos los presidentes de EE. UU. desde Truman han recibido un Vulcain Cricket.
Pero volvamos a la década de 1940. En 1949, tan solo dos años después del Vulcain, Jaeger-LeCoultre también sacó al mercado un despertador de pulsera con un estatus legendario hasta el día de hoy.
Jaeger-LeCoultre Memovox: por primera vez automático y apto para las profundidades
Jaeger-LeCoultre dio un gran impulso a la función de alarma con sus propios conocimientos e innovaciones. En 1956, este fabricante suizo desarrolló el primer reloj automático con función de despertador; en 1959 le siguió el reloj de buceo Memovox Deep Sea, hermético hasta los 200 metros. Su alarma funcionaba incluso debajo del agua y recordaba a los buceadores cuándo era el momento de volver a la superficie. Hoy en día es una pieza de coleccionista extremadamente rara e igual de codiciada.
Vulcain respondió en 1961 con su propio reloj de buceo, denominado Cricket Nautical y resistente al agua hasta los 300 metros.
Ese mismo año, Hannes Keller batió el récord de buceo con este reloj puesto al llegar a los 222 metros.
Esta colorida variante de los años 70 con tablas de descompresión, otra pieza de coleccionista, es capaz de atraer todas las miradas.
Omega Seamaster Memomatic: alarma con precisión de un minuto
Otro hito fue el Omega Seamaster Memomatic con calibre de Lemania recubierto de oro rojo, producido a partir de 1969.
Su particularidad: el tiempo de alarma se podía ajustar con una precisión de un minuto gracias a un ingenioso mecanismo con un disco giratorio. Por primera vez, el despertador se cargaba automáticamente. Hasta entonces, se le daba cuerda de forma manual a través de la corona principal o de una segunda corona.
Con esto se resumen brevemente los hitos principales. Aunque, por supuesto, no debe olvidarse mencionar que hubo muchos otros fabricantes que se dedicaron al tema de los despertadores de pulsera.
Entre ellos se halla, por ejemplo, la filial de Rolex, Tudor, que a partir de 1957 empleó el calibre AS (Adolph Schild), utilizado por numerosos fabricantes, en su serie Advisor. Sin duda, merece la pena echar un vistazo a estos relojes, que, como modelos vintage, se pueden adquirir a partir de unos 2000 €.
Si prefiere iniciarse en el mundo de los despertadores de pulsera antiguos con un reloj algo más barato, quizá le interese el Seiko Bell-Matic.
Por lo general, estos modelos se originaron en los años 60 y 70, disponen de calibres de fabricación propia y, en comparación, resultan baratos. El precio de estos relojes suele ser de tres cifras.
El presente: reediciones y modelos actuales
Para todos aquellos que no sean muy aficionados a los relojes vintage, existen algunos fabricantes que o bien siguen fabricando despertadores de pulsera o han retomado la producción. Nos encontramos, en parte, ante versiones modernas de los clásicos mencionados anteriormente, como el Vulcain Nautical Trophy.
Jaeger-LeCoultre también cuenta con algunos modelos nuevos destacados en su catálogo, como el Master Memovox.
Asimismo, Tudor ha creado una nueva versión de su Advisor. Pero, a pesar de que los modelos actuales llevan la denominación «Heritage», tienen poco en común con sus predecesores en lo que al diseño se refiere.
Lleguemos ahora a lo más de lo más en cuanto a relojes mecánicos y complicaciones. Y es que, por supuesto, Patek Philippe no ha dejado pasar la oportunidad de contribuir al tema de los despertadores de pulsera.
Patek Philippe – Grandes Complications Alarm Travel Time (ref. 5520P)
Este es un Patek Philippe para viajeros frecuentes. Además de la función de alarma (24 horas), ofrece dos zonas horarias adicionales, y todo ello a un nivel particularmente elevado. Mientras que, en el mejor de los casos, otros relojes con alarma emiten un ruido chirriante con cierto encanto, este Patek Philippe suena como un refinado carillón. El sonido de la alarma recuerda más a una repetición de minutos que a un despertador estridente. Aunque no se podría esperar menos de este fabricante.
El Grandes Complications Alarm Travel Time aloja una elegante sonería de manufactura propia en una caja de platino igualmente refinada. Ambas conllevan un elevado precio: si desea hacerse con un ejemplar, debería estar preparado para desembolsar unos 200 000 euros.
Con esto concluimos nuestro vistazo al mundo de los despertadores de pulsera.
Un consejo a nivel personal: explore sus marcas favoritas en Chrono24 y añada la palabra «alarma» a la búsqueda. Le sorprenderá descubrir los modelos de relojes tan poco conocidos e inusuales con los que se topará, tanto nuevos como vintage.
Seguir leyendo
El Patek Philippe Nautilus ref. 5711 ha sido descatalogado, ¿y ahora qué?
Nuestra selección de la semana: Certina, Reservoir y Tudor
Relojes que no son Rolex con valor estable: el Heuer Autavia 2446C GMT