Stuhrling

En el año 1999, Henry Fischer fundó esta joven compañía con sede en Nueva York, Estados Unidos. La fascinación por la relojería tradicional convirtió a Fischer en un fiel admirador y coleccionista de relojes. Con los años decidió hacer algo para cambiar el concepto de exclusividad del sector y convertir los relojes de lujo en un producto más asequible. Así pues, en su viaje a Suiza en 1999, decidió fundar su propia firma de relojes y empezó a reproducir en las primeras colecciones los diseños de los relojes más emblemáticos del mercado. En el primer año, Stuhrling vendió 22.386 relojes, y en el año 2015, la compañía alcanzó la cifra del millón de ventas. Desde entonces, Fischer sigue trabajando para acercase cada vez más a su sueño de fabricar relojes al alcance de cualquier persona.

Igual de interesante es el origen del nombre de la empresa. Fischer eligió el nombre del maestro relojero suizo Max Stührling para honrar las ricas raíces históricas de la relojería suiza. A finales del siglo XVIII, Stührling se especializó en el desarrollo y la creación de complicaciones relojeras tales como el calendario perpetuo, la función de cronógrafo, y las fases lunares. Por lo tanto, el objetivo de la joven casa americana es enaltecer el trabajo artesanal suizo a través de sus relojes.

En sí, los relojes con movimientos mecánicos son los protagonistas del catálogo de Stuhrling. La casa ofrece modelos de cuerda manual o automática. Este último se caracteriza por obtener la energía a través del rotor que se carga con el constante movimiento del brazo que, a su vez, enrolla el muelle real alojado en el barrilete, y es el responsable de almacenar la energía del reloj. Stuhrling exhibe la belleza técnica de sus movimientos a través de esferas parcial o totalmente esqueletizadas en las que es posible apreciar la oscilación del volante y del desplazamiento de las ruedas. En especial, la colección Legacy hace gala de este estilo, y deslumbra con modelos como el Gemini II, un reloj que se distingue por su diseño "semidescubierto" con una pequeña esfera posicionada a las doce y unas agujas tipo «Pomme» o manzana que elogia las características más especiales de los relojes de la casa Breguet. Asimismo, en la colección Symphony, Stuhrling desnuda el motor de sus relojes y ofrece a sus propietarios echar un vistazo a los calibres que la marca adquiere en países como Suiza, Japón o China.

Una de las colecciones que definitivamente no pasa desapercibida es la colección Tourbillon. Su estética clásica sitúa la jaula del tourbillon al anverso del reloj. Este mecanismo magistral fue desarrollado y creado en el año 1801 por el prestigioso relojero Abraham Louis Breguet. En aquel periodo, los hombres solían llevar sus relojes en posición vertical dentro de los bolsillos de las chaquetas. La gravedad ejercida sobre las piezas influía negativamente la frecuencia, y, por este motivo, Breguet vio la necesidad de buscar la solución a este problema desarrollando una jaula en la que alojó el órgano regulador y el escape del reloj. Esta giraba sobre sí misma por minuto anulando el desequilibrio de la marcha provocados por la gravedad. Stuhrling homenajea la búsqueda de la perfección relojera de Breguet y presenta en su catálogo una colección dedicada a la belleza y la maestría del Tourbillon. Uno de los modelos más simbólicos de esta colección es el Emperor's Tourbillon. Su esfera esqueletizada presenta el Tourbillon posicionado a las tres, mientras que otros ejemplares de la misma colección dejan al descubierto este dispositivo a las seis. Cabe señalar que esta complicación es una joya de la relojería mecánica de gran valor histórico que Stuhrling recupera, y ofrece a precios asequibles.

Stuhrling ofrece una amplia gama de estilos. Desde modelos deportivos fabricados en acero inoxidable hasta relojes clásicos chapados en oro, todos se agrupan en las diferentes colecciones del catálogo. La selección de cajas también es muy variada, la casa americana presenta formas redondeadas, rectangulares o tipo tonel. La colección Vogue es especialmente llamativa. Homónima a la revista de moda de referencia mundial, esta serie marca tendencia y atrae al público femenino con sus correas en tonos rojo fucsia y sus inserciones de cristales de Swarovski. Por el contrario, la colección Pestigue combina piezas clásicas con elementos que confieren un carácter fuerte y prominente como el modelo Ocean Maverick. Por otra parte, la colección Aviator reúnen modelos que se distinguen por equilibrar una estética deportiva en armonía con la sencillez. Su nombre revela de inmediato que la colección incluye modelos diseñados para los pilotos. Su estética se inspira en los relojes de aviador de la prestigiosa casa IWC Schaffhausen.

Sin lugar a duda, el catálogo de Stuhrling se distingue especialmente por sus relojes vanguardistas que presentan una esfera parcial o completamente esqueletizada. Estos relojes unen elementos clásicos como los números romanos y las manecillas tipo Pomme o Breguet con una impactante puesta en escena del interior de las piezas que emanan un alto grado de tradición y trabajo artesanal. Stuhrling apuesta por el cuero, la silicona o el acero inoxidable para fabricar las correas y los brazaletes de sus diferentes modelos.

Una de las singularidades de los relojes de esta casa es el uso del cristal "Krysterna". Desarrollado a principios de la década del dos mil, este material se utiliza principalmente en la fabricación de gafas. Sin embargo, la compañía neoyorquina ha sido una de las primeras en utilizar este cristal sintético para proteger el anverso y reverso del reloj. El Krysterna se distingue por ofrecer resistencia a los arañazos y solo se parte en caso de extrema presión. Como hemos mencionado anteriormente, Stuhrling aprovecha las propiedades de este cristal para ofrecer en su catálogo relojes con fondo visto.

En resumen, Stuhrling es una de las pocas marcas en el mercado que ofrece relojes mecánicos a precios asombrosamente atractivos. De esta manera, la casa americana cumple con las demandas y las expectativas de personas que buscan relojes de lujo en armonía con la tradición. Su amplia oferta incluye relojes con Tourbillon, modelos mecánicos de cuerda automática o manual, así como piezas de cuarzo de alta precisión para practicar deportes extremos. Los diseños más extravagantes y ostentosos saltan a la vista con sus cajas chapadas en oro e inserciones de piedras Swarovski. Por lo tanto, Stuhrling se adapta a los gustos de todas aquellas personas que admiran la relojería sin necesidad de gastarse una fortuna.